Más de 20 millones de personas podrían morir en Yemen si Arabia Saudí no levanta el bloqueo sobre los accesos al exterior de este pequeño país. Es la conclusión de Naciones Unidas y más de 20 grupos humanitarios, entre ellos CARE, Save the Children e Islamic Relief, sobre la decisión de la coalición que lidera Arabia Saudí con la intención de intensificar el ya existente bloqueo sobre el país, cerrando el acceso a aeropuertos, puertos de mar y pasos terrestres a Yemen. El origen de este incremento en el aislamiento internacional del país más pobre del mundo árabe es la represalia por un fallido ataque con misil contra el aeropuerto de Riad el sábado, reivindicado por los rebeldes chiitas hutíes. Ese acto provocó un cruce de acusaciones entre Riad, que apoya a las fuerzas gubernamentales yemeníes desde marzo de 2015, e Irán, que apoya a los hutíes, rebeldes.

Bloqueo internacional, tres años de guerra y una epidemia de cólera

De no levantarse el bloqueo, este pequeño país se vería abocado, en términos de la ONU, a la peor hambruna que ha visto el mundo en décadas, porque cerca de dos tercios de la población del país depende de suministros importados. Veinte millones de yemeníes requieren asistencia humanitaria internacional, de los que siete millones se encuentran en situación de hambre extrema. Esta situación se produce en medio de una guerra que dura ya tres años, dos de ellos con bloqueo y con parte del territorio yemení controlado por insurgentes, y una epidemia de cólera  que afecta a casi un millón de personas, y causa la muerte de un niño yemení cada diez minutos.

Aumento del precio de la gasolina y de los productos básicos

La crisis ha provocado ya una caída del valor de la moneda nacional, que si antes del fin de semana pasado cotizaba a 370 riales yemeníes por dólar, ha subido en pocos días hasta los 402 riales. El precio de la gasolina aumentó en un 50%, el del diésel casi se triplicó y las bombonas de butano han desaparecido, antes de una vuelta parcial del suministro el jueves tras la intervención de responsables rebeldes. El coste de los productos básicos aumentó entre un 10 y un 20% en pocos días, según varios habitantes. Son impactos que caen como bombas en una ciudad que, en los años de guerra, ha cuadruplicado su número de mendigos, y donde algunos funcionarios llevan diez meses sin cobrar su sueldo. Además, la guerra entre los rebeldes y las fuerzas del presidente Abd Rabo Mansur Hadi ha causado ya más de 8.650 muertos y unos 58.600 heridos, muchos de ellos, civiles.