El torrente de bulos y noticias falsas se ha incrementado con el uso de redes sociales, y se ha manejado como herramienta en políticas de empresa y campañas electorales. La Agencia EFE publica unas declaraciones de Pandu Nayak, vicepresidente del departamento de Google que se encarga de la herramienta de búsqueda, la más utilizada en el mundo, en las que éste afirma que "no creo que se puedan crear algoritmos que identifiquen qué información es falsa y cuál no”.

A su juicio, “hay ejemplos muy obvios", pero también "hay zonas grises que son más difíciles de identificar y requerirían del trabajo de investigación de periodistas especializados”. Así, como Google ve imposible filtrar y eliminar la información falsa para que desaparezca de sus resultados de búsqueda, lo que ha hecho es posicionar “mejor” la información “relevante” que procede “de fuentes autorizadas”.

El posicionamiento de las entradas no se hace a mano, Google tiene un índice con trillones de webs –si se impriera el rollo de papel mediría doce veces ida y vuelta a la luna- y un algoritmo decide el orden en base a variables: las palabras, los enlaces con otras páginas, la localización o la lengua de búsqueda, entre otras.

Sólo en 2017, la compañía realizó 2.500 cambios en el algoritmo de su buscador, una media de seis al día. “Un producto de búsqueda es por definición un producto inacabado, siempre hay margen de mejora”, explica Nayak en esta entrevista.

El equipo que dirige Nayak se forma para evitar ‘sesgos insconscientes’ (en inglés ‘unconscious bias training’), y cualquier sesgo ideológico en la configuración del buscador. La compañía trata también de fomentar la diversidad de los equipos, un tema especialmente sensible tras las críticas a la cultura machista (“bro culture”) que impera en las empresas de Silicon Valley. “Tenemos mucho que hacer, la compañía está comprometida”, asegura el directivo.

El dirigente de Google reconoce la dificultad de gestionar una herramienta que a diario lidia con las novedades de lo que suceden en todo el mundo: “El 15 por ciento de las preguntas que se registran cada día son completamente nuevas”.