Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente, y lo conmemoramos con las periodistas Anna Grimau, Ander Izagirre y Elena Lázaro, y los músicos Julia Martín - Maestro y Juan Zelada, que comparten con nosotros sus impresiones sobre el deterioro medioambiental que perciben en su entorno más cercano, así como sus lugares preferidos al aire libre.
Urge un cambio de modelo coherente con la emergencia climática para fomentar la biodiversidad y protegernos de los virus”
Anna Grimau es periodista. Hace más de tres décadas que trabaja en los servicios informativos de Televisión Española, donde ha ejercido de reportera y presentadora. Además, desde 2008 dirige y presenta el microespacio medioambiental Planeta Vivo en Radio 5, de RNE, que le ha granjeado dos premios Biocultura de Radio.
¿En qué nota la degradación del medio ambiente en su entorno más inmediato? Vivo al lado del mar y del macizo del Garraf (Barcelona), y la noto en la falta de biodiversidad, la proliferación de especies invasoras de flora y fauna y la creciente contaminación del mar con toallitas, plásticos y microplásticos, y ahora también guantes de plástico y mascarillas. Durante el confinamiento nos hemos acostumbrado a despertarnos con el canto de los pájaros, y a los que tenemos la suerte de vivir cerca del mar ya no nos hace falta que haya temporal para escuchar la cadencia de las olas. Ni en el más remoto de nuestros sueños futuristas hubiéramos imaginado un cielo sin aviones, un mar sin barcos, carreteras sin coches y ciudades sin humanos. La naturaleza ha ido recuperando su espacio y la contaminación ha bajado a niveles ni soñados. Incluso hemos sabido que si calla el ruido humano podemos escuchar el sonido del planeta tierra, tal y como han registrado los sismógrafos. La pandemia nos ha brindado la oportunidad de comprobar cómo debemos aprovechar la experiencia del confinamiento para hacer ciudades más habitables. Reverdecerlas para tener un aire más limpio. Apostar por la vegetación anual y autóctona que nos proporciona reservorios de agua que nos permiten disminuir la temperatura. Y ruralizar las ciudades hasta hacerlas comestibles. Urge un cambio de modelo coherente con la emergencia climática para fomentar la biodiversidad y protegernos de los virus.
¿Cuál es su lugar favorito al aire libre? Mi pueblo Sitges y cualquier rincón de España con naturaleza y biodiversidad, como Menorca, La Palma o Cabo de Gata entre tantísimos rincones preciosos de nuestro país, que debemos preservar para que sigan siéndolo.
En San Sebastián, noto una excesiva urbanización o domesticación de montes cercanos a la ciudad, con el pretexto de fomentar el senderismo o el excursionismo”
Ander Izagirre se dedica a un reporterismo internacional y mochilero con el que ha contado muchas historias, sobre las víctimas de la violencia en Colombia o los supervivientes de Chernóbil; ha recibido muchos premios, como el Europeo de Prensa 2015; y ha escrito más de una decena de libros de trekking, ciclismo o reportajes. El próximo lunes sale a la vente la reedición Los sótanos del mundo, su crónica de un viaje al punto más bajo de cada continente.
¿En qué nota la degradación del medio ambiente en su entorno más inmediato? En mi entorno más cercano, en San Sebastián, noto un caso peculiar y perverso de degradación ambiental: la excesiva urbanización o domesticación de montes cercanos a la ciudad, con el pretexto de fomentar el senderismo o el excursionismo. Hace unos años, en épocas de vacas gordas, las instituciones públicas emprendieron varios proyectos de grandes itinerarios. En lugares donde ya había senderos clásicos, humildes, suficientes, sin ningún peligro ni dificultad para los caminantes, empezaron a construir unas horribles pistas anchas, como para ir empujando el carrito del supermercado, con pasarelas, escaleras y un montón de armatostes innecesarios. Lo importante era gastar, meter dinero público en proyectos estrella para venderlos ante el público, incluso en sitios donde no había ninguna necesidad de intervención. Convirtieron algunos montes costeros en paseódromos. Ese tipo de proyectos vuelven de manera cíclica: construcción de pasarelas y paseos por los acantilados cercanos a la ciudad, por ejemplo. A eso lo llaman "poner en valor" el entorno y me da mucha rabia.
¿Cuál es su lugar favorito al aire libre? Relacionado con esto, mi lugar favorito al aire libre es el monte Ulía, en la costa entre San Sebastián y Pasajes: sales andando y en quince minutos desaparece la ciudad, no ves ni un signo de urbanización, estás entre acantilados salvajes, bosquecillos autóctonos, unos senderos preciosos, y en verano tienes hasta viejillos en pelotas que dan vueltas sigilosas entre las ruinas de un fuerte militar y te dan charla intentando ligar: ¡la aventura al lado de casa!
La temperatura media en Córdoba fue, en 2019, dos grados más alta que el año en el que nací, y la serie histórica de los últimos 46 años apunta esa tendencia"
Elena Lázaro es periodista científica desde 1999 y actualmente preside la Asociación Española de Comunicación Científica (AECC). Trabajó para el Grupo Recoletos en Sevilla y Madrid, como redactora de Gaceta Universitaria y colaboradora del Diario Expasión, y formó parte del equipo fundacional de ABC Córdoba. Desde 2003 trabaja en la Universidad de Córdoba, donde ha promovido la creación de su Unidad de Cultura Científica y de la Innovación, de la que es actualmente su coordinadora técnica.
¿En qué nota la degradación del medio ambiente en su entorno más inmediato? Tengo 44 años y, aunque he vivido en otras ciudades como Madrid y Sevilla, he residido en Córdoba la mayor parte de mi vida. A pesar de su fama de calurosa Córdoba es una ciudad que puede llegar a ser muy fría en invierno. Creo que es ahí donde más noto el cambio. No sé si es sólo una cuestión de percepción (la temperatura media en Córdoba fue, en 2019, dos grados más alta que el año en el que nací, y la serie histórica de los últimos 46 años apunta esa tendencia), pero los inviernos se me hacen más cortos y soportables.
¿Cuál es su lugar favorito al aire libre? Me resulta casi imposible elegir un sólo lugar en el mundo. Soy aficionada a subir montañas y a caminar por el bosque y he recorrido ya algunas sierras y parques naturales, pero el confinamiento me ha permitido redescubrir la Sierra de Córdoba, así que si me preguntas ahora creo que me quedo con ella. En julio estaré en el Pirineo aragonés; igual cambio de opinión.
En Aranjuez se lleva notando ya desde hace mucho años como el río, su color, caudal, fauna y flora, ha cambiado mucho, y se ha deteriorado"
Julia Martin-Maestro no solo es cofundadora y batería de la banda Rufus T Firefly, cuyo rock psicodélico ha causado auténtica sensación en los últimos años: también es pintora de cuadros abstractos, coloristas y enérgicos, y a este arte ha dedicado gran parte de su tiempo durante el confinamiento, además de componer.
¿En qué nota la degradación del medio ambiente en su entorno más inmediato? Es evidente que hay que hacer algo ya para no seguir destrozando el planeta. Aquí, en Aranjuez, se lleva notando ya desde hace mucho años como el río, su color, caudal, fauna y flora, ha cambiado mucho, y se ha deteriorado. Los árboles son más propensos a coger enfermedades y morir, y simplemente si te fijas en la cantidad de insectos que había antes y ya no ves, se hace muy patente que hay que pensar en todo lo que estamos haciendo mal, para no continuar con esto y que vaya a peor.
¿Cuál es su lugar favorito al aire libre? El lugar más especial y que más echo de menos es la isla de Samotracia. Espero que cuando vuelva no estén las orillas llenas de plástico, y las termas y bosques desaparecidos.
"[En Cercedilla] noto la degradación natural en cuanto a la repoblación de la gente, construyendo en zonas donde, de pequeño, veía prados y bosques"
Fotos: Anna Grimau por Joan Valera; Ander Izagirre por Ander Izagirre; Elena Lázaro, por Club Llega como puedas; Julia Martín - Maestro por Iván Martínez Segovia; Juan Zelada por Ryan Scott Dawson.
