El servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid ofrece a las familias consejos para prevenir los atragantamientos en niños y niñas, ya que son una causa común de accidentes infantiles, especialmente en menores de seis años de edad.

La pediatra del centro hospitalario, la doctora María Escobar, ha explicado que estos accidentes suelen ocurrir de forma inesperada, y por eso es fundamental conocer las maniobras que hay que realizar para intentar resolver el problema, mientras se pide ayuda o llegan los servicios de emergencia.

“Si el niño tose de forma enérgica, hay que acompañarle, dejarle incorporado y animarle a seguir tosiendo. Si la tos deja de ser efectiva, el niño empieza a toser menos y hay cambio de coloración, lo más importante es llamar al 112 para pedir ayuda y pasar a realizar las maniobras de desobstrucción”, ha indicado la experta.

En niños menores de un año, hay que comprobar si hay algún objeto en la boca. Si se localiza, se extrae con el dedo en forma de gancho. Nunca se meterá la mano, esto puede empeorar la situación.

En caso contrario, debemos colocar al niño sobre el antebrazo, ligeramente hacia abajo y darle cinco golpes secos en la parte alta de la espalda (entre los omóplatos).

Después, se le dará la vuelta y se realizará con dos dedos cinco compresiones en el centro del pecho, dos dedos por encima del esternón, justo por debajo de la línea imaginaria que une los pezones.

Se repetirá estas maniobras hasta que el niño respire bien, expulse el objeto o empeore y pierda el conocimiento, en cuyo caso se comenzarán maniobras de reanimación cardiopulmonar".

En niños mayores de un año también es preciso comprobar si existe algún objeto en la boca, y si se ve claramente se podrá extraer, de nuevo, con el dedo en forma de gancho. Después, se le darán los cinco golpes secos en la espalda (entre las escápulas) apoyando al niño sobre las piernas.

En el caso de los niños mayores de un año, habrá que realizar la denominada ‘maniobra de Heimlich’, cerrando nuestro puño con el dedo pulgar dentro y abrazando al niño con la otra mano encima del puño justo en la boca del estómago.

A continuación, se realizará un movimiento hacia arriba y hacia nosotros, apoyando la espalda del niño sobre nuestro pecho. Así, cinco veces. Después, hay que comprobar si ha salido el cuerpo extraño y de lo contrario se repetirán estas maniobras hasta que el niño respire bien, expulse el objeto o empeore y pierda el conocimiento, en cuyo caso, se comenzarán las maniobras de reanimación cardiopulmonar.