La ONG ecologista Greenpeace España ha presentado el informe “Ecoembes miente: Desmontando los engaños de la gestión de residuos de envases domésticos”, donde señala deficiencias en el sistema español de reciclaje de plásticos que se implantó hace dos décadas, y actualmente, señala la organización, afronta un retroceso en la lucha contra el plástico de un solo uso derivado de la pandemia de la Covid-19.

En pleno retroceso en la lucha contra el plástico de un solo uso por la Covid-19, Greenpeace España presenta hoy el informe para evidenciar las deficiencias de un sistema de gestión que, desde su implantación hace dos décadas, “no ha conseguido poner fin a la avalancha plástica”, explica la ONG, que también explica que, “cuando una empresa pone en el mercado un envase doméstico (plástico, aluminio, metal, papel-cartón…), lo hace imprimiendo un punto verde, que significa que se ha pagado un porcentaje para que Ecoembes recupere y recicle ese envase”. Sin embargo, añade, “de todos los envases de plástico que la ciudadanía compra, Ecoembes apenas recupera y recicla en su contenedor amarillo el 25%, pasando el resto a contaminar el medioambiente”.

Ecoembes es una organización en la que, de acuerdo con Greenpeace, participan empresas como Coca-Cola, Nestlé o P&G, y según denuncia Mario Rodríguez Vargas, director Ejecutivo de Greenpeace España,  la entidad “y sus empresas han bloqueado durante mucho tiempo alternativas a la de su ineficiente gestión de envases, como sería disponer de un sistema de retorno y devolución de envases. Hablamos de dos décadas perdidas en la lucha contra la contaminación por plásticos”. Por ello, señala, pedimos a la vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que, con motivo de la inminente tramitación de la nueva Ley de Residuos, fomente medidas reales basadas en la economía circular, con la eliminación de envases de un solo uso y la apuesta por la reutilización y retorno de envases”.

Greenpeace afirma haber realizado una investigación en terreno para denunciar algunos fallos del sistema, investigando dónde acaban de verdad los envases que tiramos al contenedor amarillo. Según el MITECO, el 44% de los plásticos españoles acaban en vertederos, cuando la mayoría podrían ser reciclados. “Resulta paradigmático, por ejemplo, el caso de Utiel Recicla SL en Valencia”, señala la organización. “Una instalación no habilitada para almacenar plástico pero en la que, desde 2016, se acumula plástico de ocho empresas, seis de ellas homologadas y adjudicadas por Ecoembes. La empresa con mayor cantidad es Saica Natur, que es parte del Consejo de Administración de Ecoembes. A pesar de que una sentencia obligaba en 2018 a la retirada inmediata del plástico, hemos comprobado este año in situ cómo el plástico, lejos de ser reciclado, se tapa con tierra en el vecino vertedero de Caudete de las Fuentes”.

Además, Greenpeace España indica que “desde 2012 a septiembre de 2020 se han contabilizado 342 incendios en plantas de reciclaje y, al menos, hasta 2019, 35 de ellas aparecen en los listados de recuperadores y recicladores homologados por Ecoembes”. De estas 35 plantas, “26 han sufrido más de un incendio, y algunas hasta cinco, en este periodo”. Unas reincidencias “sospechosas” que han llevado al Seprona a “hablar de un índice de intencionalidad de, al menos, un 15%, y a las compañías aseguradoras a endurecer las pólizas en el sector ante esta alta siniestralidad”. 

Greenpeace España denuncia también el envío de residuos a otros países. “La normativa laberíntica de exportación y la falta de controles permite que algunos exportadores envíen plásticos al exterior impunemente”, explica. En Malasia, por ejemplo, Greenpeace ha encontrado, “dos años seguidos, envases plásticos españoles en vertederos ilegales, como el de Jenjarom. El ministerio de Energía, Ciencia, Tecnología, Cambio Climático y Medioambiente malasio ha devuelto a España, en los dos últimos años, más de una veintena de contenedores de residuos plásticos que intentaban entrar al país ilegalmente”. Este mismo mes de  febrero, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España manifestaba públicamente sus sospechas sobre el traslado ilícito de residuos: “Como resultado de estas inspecciones se ha podido detectar que una parte importante de residuos de plásticos exportados a los países asiáticos desde España no son trasladados de acuerdo a la normativa vigente, pudiendo resultar en muchos casos como traslados ilícitos”.

A la vista de estas y otras malas praxis, Greenpeace España reclama a Ecoembes que “destine la tasa obtenida por el punto verde a pagar los costes de gestión en su totalidad y deje de fomentar las falsas soluciones”. El dinero recaudado por el punto verde “debe ser gestionado por las administraciones locales que son las que recogen y transportan los envases y no por Ecoembes”.  

Al Gobierno y las Comunidades Autónomas les reclama “que establezcan una legislación que fomente la reutilización y un sistema de gestión de residuos integral”. A los Ayuntamientos, “que fomenten medidas para la reducción del plástico de un solo uso”. A los consumidores/as, “que reduzcan en lo posible su consumo de plástico de un solo uso y que sigan separando residuos hasta que tengamos un sistema eficaz de gestión”.

Accede al informe completo.