La empresa especializada en medición de tránsito de público, Mytraffic, ha realizado un estudio, junto con la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield, que clasifica a las principales calles de algunos países europeos, como España, Londres, Roma o París.

Del análisis se extrae que, tras la pandemia, ha crecido la afluencia de personas en la calle. En España, varias calles de Madrid son algunas de las que tienen mayor afluencia de toda Europa. La Gran Vía, incluso, ha vivido un incremento de afluencia del 44% en junio de 2021, ubicándose en cuarto lugar de esta clasificación.

Por otro lado, la Avenida de los Campos Elíseos (París) ha experimentado un aumento del 102%, incluso por encima de la situación pre-COVID. Las otras tres calles con mayor afluencia son Leidsestraat (en Ámsterdam) con un aumento de un 55% y la calle Corso en Roma, concretamente con un 49% más de afluencia.

A la cola de esta clasificación y por detrás de Gran Vía se sitúa a Berlín con Kurfürstendamm (un 31%), Oxford Street en Londres (un 31% también) y la Rue Neuve en Bruselas (con solamente un 3%).

El análisis diario del tráfico de la calle Gran Vía determina que el momento de mayor tráfico peatonal es el sábado de 17:00 a 21:00, cuando la afluencia está por encima de las 1.300 personas la hora. La tendencia coincide con el resto de calles comerciales en España, ya que concentra mayor número de peatones hacia la tarde noche. En otras ciudades europeas, por el contrario, las horas más concurridas son tras el almuerzo.

Sobre la Gran Vía

En la zona de Gran Vía se encuentran situados numerosos edificios emblemáticos de Madrid, como el Edificio Telefónica, el Edificio Carrión, el Círculo de Bellas Artes, el Edificio Metrópolis, el Palacio de la Prensa o el Hotel de Las Letras, entre otros.

La centenaria Gran Vía es una de las principales arterias de la ciudad y una de sus avenidas más emblemáticas. Su creación, entre 1910 y 1931, supuso el comienzo de la modernización de la ciudad con la construcción de los primeros rascacielos del país y la incursión de las corrientes arquitectónicas del momento procedentes de Estados Unidos.

La última reforma realizada en la Gran Vía finalizó en noviembre de 2018, en la que se ensancharon las aceras, se reordenó el tráfico y se inauguraron nuevos pasos de cebra, con la intención de dar más protagonismo a los peatones y a las bicicletas, que gozan desde entonces de un carril bici entre la Plaza de Callao y Plaza de España en sentido subida. Además, se mejoró la calidad ambiental y paisajística mediante la plantación de nuevo arbolado y se estrenaron nuevos modelos de bancos, luminarias y semáforos.