En The Midnight Sky, su nueva película como director y protagonista, George Clooney interpreta a Augustine Lofthouse, un famoso científico que ha dedicado su carrera profesional a encontrar un planeta alternativo para que la Humanidad, cuya vida corre peligro en la Tierra por la radiación, empiece de cero.  Es el año 2049 uy Lofthouse es ya en un enfermo terminal, y las posibilidades de vida en nuestro planeta prácticamente se han agotado, debido a un acontecimiento apocalíptico al que solo se alude como "El Evento". Mientras sus compañeros han evacuado, Clooney decide quedarse en el Polo Norte, pero no habla solo en mitad la nieve, lo acompaña una niña muda, símbolo de esas nuevas generaciones cuyos padres no han sabido garantizarles un futuro seguro.

En paralelo, en el espacio, una expedición que viajaba al planeta que Augustine estaba buscando regresa a la Tierra sin saber por qué nadie de su hogar se ha puesto en contacto con ellos todavía. En la nave, de nuevo, un juego de metáforas sobre los primeros y los últimos pobladores de nuestro planeta. Hay frustración, arrepentimiento, esperanza, amores perdidos, ambiciones imposibles.

La película tiene ecos de thriller y de On the beach, aquella película que protagonizaron Ava Gardner y Gregory Peck y también reflejaba la extinción de una Humanidad enferma por las consecuencias de lo que, una vez, creyó el progreso. Más secundariamente, la cinta recuerda a Moon (de Duncan Jones), y The Road (de John Hillcoat), al reflejar la búsqueda desesperada de esperanza frente al olvido. También se puede ver la influencia de Ad Astra, Interstellar, Gravity y otra docena de películas de ciencia ficción que han reflexionado sobre el desgaste que le hombre le ha causado a la Tierra.