Aún queda una esperanza. Tememos que los robots se revelen contra nosotros cuando la Inteligencia Artificial les dote de voluntad. Pero siempre cabe la posibilidad de que se maten entre ellos por envidias o rencillas. Sería muy humano, por otra parte.


Una novela de Asimov

La cosa podría haber empezado ya. Quién se resiste a algo como que un vehículo Tesla en modo autónomo atropellara a un robot ruso. Y que además se dé a la fuga. Parece el inicio de una novela de Asimov.

Es lo que ocurrió en Las Vegas esta semana. Se está celebrando en la capital del juego un importante encuentro tecnológico. En la Consumer Electronics Show se presentan y exponen algunas de las novedades tecnológicas que pronto estarán en nuestras casas y calles.

Y la cosa parece cruenta, de momento. Los responsables de ambos aparatos no se ponen de acuerdo. En principio, los ingenieros rusos admiten que su robot se descarrió un poco y acabó dando vueltas por el parking, una zona en la que no debería estar. 
 

Tesla tonto

Pero aún así se quejan, y además con conocimiento de causa, de que el Tesla autónomo, primero no detectó el obstáculo (los ingenieros rusos no lo definieron así) y después no se detuvo a ayudar al robot ni a interesarse por su estado. 


Y existe una tercera vía. La de los que piensan que todo es una treta publicitaria, aunque todavía no se han puesto de acuerdo de quién. Si de los fabricantes del robot atropellado, de Tesla o de la propia organización de la feria.