La lucha contra el cambio climático exige medidas creativas. Buenas ideas que nos persuadan de emitir partículas contaminantes. O que nos animen a reducir nuestro galopante consumo de plásticos.

Medias que vayan más allá, por ejemplo de cobrarnos por utilizar bolsas de plástico. Todavía no está del todo claro cuánto reduce el uso de estas bolsas que haya que pagar entre 2 y 5 céntimos por unidad. 

Así que hay que poner en marcha otras opciones. Es lo que ha hecho un supermercado de Canadá. Ha creado su particular línea de bolsas de plástico destinadas a disuadir a los compradores de emplearlas. 

El método es sencillo, imaginativo y divertido. Han creado distintos mensajes en las bolsas. “En el extraño emporio del porno”, “Venta a granel de pomadas para las verrugas” o “La Compañía del Cuidado del Colon” son alguno de los mensajes.


Y encima las pagas

Es decir, los clientes del establecimiento no solo tendrán que pagar 5 céntimos de dólar por cada bolsa. Si pasan por esa condición, encima irán por toda la ciudad suscitando comentarios y extrañas miradas de los conciudadanos. Solo por comprar un kilo de patatas, todo el mundo te puede tomar por un adicto al porno más raro que se pueda encontrar.

Otro de los objetivos de la medida es que los clientes recuerden que esas bolsas están en su casa y así pueden reutilizarlas cada vez que vuelvan en al supermercado. 

Lo que no está del todo claro de momento es si esta medida va a evitar que se distribuyan tantas bolsas de plástico desde el supermercado, o más bien, se van a convertir en una especie de pieza de coleccionista, lo que hará que más bolsas circulen por ahí y acaben contaminando el medioambiente.