Este domingo 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente, y para conmemorarlo, algunas asociaciones empresariales del sector de las energías renovables, organizaciones medioambientales y entidades de la sociedad civil, reclamarán a los candidatos a las próximas elecciones del 26 J que cumplan los compromisos adquiridos en la última Cumbre del Clima, celebrada en París en 2015. Unos compromisos reunidos en el ‘Acuerdo de París’ que persiguen frenar los gases de efecto invernadero. El texto resultante de dicha cumbre establece un marco legal para la comunidad internacional y los mercados. Fija su meta en retener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC, incluso en realizar esfuerzos globales para acercar dicho aumento a 1.5ºC en 2100, y anticipa las características del mundo que viene en los próximos años para marcar una hoja de ruta que pasa por medidas de reducción de emisiones y un fondo climático de 100.000 millones de dólares, que los países desarrollados movilizarán a partir del año 2020, y deberá revisarse al alza antes de 2025. Acuerdo con críticas Un paso hacia las energías 100% limpias al que, con todo, se le han señalado algunos puntos débiles, como la referencia a la voluntariedad en las aportaciones de los países emergentes al fondo climático o que no se hable de la descarbonización de la economía por la oposición de los países productores de petróleo, liderados por Arabia Saudí. Además, según explica WWF España, “la única forma de crear un sistema eficiente, inteligente y basado totalmente en energía renovable es el abandono de las energías fósiles y nucleares de 2050", y así frenar el calentamiento del planeta que, según la agencia meteorológica británica, ya se encuentra en 1ºC, sobrepasando el nivel preindustrial. Por ello, señala la organización, “aunque se aplicaran la totalidad de los planes nacionales de recorte de emisiones prometidos por los casi 190 países que rubricaron el acuerdo, la temperatura media del planeta aumentaría al menos 2,7ºC a final de siglo, valor que se considera provocará impactos ecológicos, sociales y económicos irreversibles. París, por tanto, es un mínimo irrenunciable”. Para WWF, “las energías renovables y el autoconsumo desarrollan un papel fundamental no solo en el cambio de modelo energético, sino en la democratización y descentralización del sistema. De esta manera los ciudadanos se hacen partícipes de la transformación energética, pudiendo decidir la fuente de energía que desean utilizar para abastecerse y producir y volcar energía a la red”, lo cual los “beneficiará económicamente, al tiempo que servirá para aliviar los peores efectos del cambio climático”. Además de esta movilización del 5 de junio, el 21 del mismo mes, UNEF, ANPIER, la Plataforma por un nuevo modelo energético y otras organizaciones que representan el sector renovable, acudirán a la comisión de peticiones del Parlamento Europeo para defender las energías renovables.