Estamos en el año 2060. En los mares hay mucho más plástico y otro tipo de residuos que peces propiamente dichos. Aunque no es del todo así.

Mero petróleo

Por alguna modificación genética o, más bien, por pura supervivencia, los animales acuáticos no solo se han adaptado a los desechos. Los animales, una vez más, han adaptado sus cuerpos a la basura. Y estos objetos que antes contaminaban el mar, ahora forman parte de su morfología. Y así, mitad animales, mitad basura, recorren los océanos atestados de desperdicios.

Un mero con el cuerpo de un barril de petróleo y la boca de tapa de cubo de basura. Un tiburón con la parrilla de un chevrolet como morro o una tortuga que ha cambiado su caparazón por una olla a presión. Son los diferentes animales-basura que nos vamos a encontrar en este mar.

Estudiantes de animación

Este mar que ha surgido de la imaginación de un grupo de estudiantes de una escuela de animación digital francesa. Este grupo de cinco animadores ha creado, Hybrids, un corto en el que nos muestra este futuro postapocalíptico. Un entorno en el que los peces se han acostumbrado tanto a los desechos que forman parte de ellos.  
Su misión es llamar la atención sobre el estado del mar y del futuro que nos aguarda. Un futuro en el que los cangrejos no tienen exoesqueleto si no chapas de botellas de refresco. 

El corto ha cosechado un buen número de premios con su visión particular de la contaminación marina. Un mundo parecido a MadMax pero en acuático. Dos años logrando no solo galardones, si no también despertar las conciencias con las imágenes de estos animales tan peculiares.