Las dos últimas olas de calor que se han registrado este verano han elevado la temperatura del Mar Mediterráneo, a la altura del sureste peninsular, hasta 29 grados centígrados. El responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), el catedrático Jorge Olcina, ha explicado a la Agencia EFE que estos valores confirman la tendencia de las últimas dos décadas de un Mediterráneo "que cada vez se calienta más y lo hace durante más tiempo durante el verano", a causa de la crisis climática.

Las temperaturas de la superficie del mar son actualmente muy superiores a la media climatológica para estas fechas del año. De acuerdo con tiempo.com, la mayor anomalía de la cuenca mediterránea se registra en el entorno del Golfo de León, donde supera los seis grados.

Un mar tan cálido implica cambios en el nivel del mar, pero también influye en los patrones de circulación oceánica o en la distribución de especies marinas, que pueden alterar los ecosistemas. Hay alto riesgo de pérdida de especies vegetales que dependen de las características climáticas de los suelos.

Por otro lado, se producen alteraciones en el régimen de brisas, porque, al producirse una gran diferencia entre la temperatura del mar y tierra adentro, las diferencias de presión que generan los regímenes de brisas diurnas/marinas y nocturnas/terrestres no serán apenas perceptibles.

Además, las noches suelen más calurosas cuando la temperatura del mar es muy elevada. Y puede producirse una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) o gota fría, con las consiguientes lluvias torrenciales. Puede llover mucho y de forma desigual, lo que afecta a la tierra.

De acuerdo con estudios presentados por expertos de la Universitat de València y la Universidad de Alicante en el informe Cambio climático en el Mediterráneo. Procesos, riesgos y políticas (Tirant Lo Blanch, 2021), en 35 años de observación de imágenes satélite, la temperatura ha aumentado 1 grado en el mar. En territorio valenciano se han multiplicando por 5 las noches tropicales desde los años 80. Para minimizar el impacto del cambio climatico en los sectores productivos, los expertos recomiendan planificar urbanisticamente, remodelar la agricultura, y poner especial atención el litoral.

El Mar Mediterráneo se ubica, así, en el epicentro del cambio climático.