No nos confundamos. Los negacionistas del cambio climático no lo hacen por ignorancia o por unos supuestos fundamentos científicos alternativos. Lo hacen por el más puro y duro interés. Económico, lógicamente. 

Solo hay que ver las últimas declaraciones de Mike Pompeo. El secretario de Estado de la administración Trump no es de los que se andan con eufemismos o subterfugios. Y es de agradecer, porque así sabemos cuáles son sus intenciones.

Para Pompeo la apertura de una vía navegable en el Ártico es una buena noticia. Recordemos que este paso a las barcos de gran calado es posible por las consecuencias del cambio climático. El alza de las temperaturas que provoca que el hielo que antes se formaba, haya dejado de hacerlo. 
 

Vanguardia de la abundancia

Para Pompeo, “el Ártico está a la vanguardia de la oportunidad y la abundancia. En esa zona se concentra el 13% del petróleo aún por explotar en el mundo y el 30% del gas natural”, admitió sin cortarse un pelo. Por si no tuviera suficiente, también aseguró que es rico en otros minerales de importante valor industrial como uranio, tierras raras, oro e incluso diamantes. Todo lo que un avaricioso necesita para esquilmar el marco natural que sea.

Para el secretario de Estado, el nuevo paso a través de las aguas del Círculo Polar Ártico, supondrá una vía tan importante “como el canal de Panamá o el Suez, en este siglo XXI”. 

Evidentemente, las advertencias de los científicos y organizaciones ecologistas les dan igual Incluso que adviertan del ciclo negativo que se establece. El cambio climático facilita el acceso a materias que agravan sus efectos. Porque claro, si el cambio climático no existe, como ellos afirman una y otra vez, ¿de qué me está usted hablando?