Cada vez somos más conscientes, pero no más responsables, aunque de esto no siempre tenemos la culpa. Ser consumidor es tener una la oportunidad de ejercer un poder, nuestro criterio de decisión de acuerdo con nuestras convicciones, y promover la construcción de la sostenibilidad.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en colaboración con el Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social, acaba de publicar el estudio Otro consumo para un futuro mejor, en el que se analiza “cómo son los consumidores de hoy, cuál es su relación con las nuevas economías (circular, verde, colaborativa, social y solidaria, feminista, finanzas éticas…), con qué barreras se encuentran, y cuáles son las expectativas que depositan en sus decisiones de consumo para que contribuyan a mejorar el mundo”, explica la organización.

Y según se desprende del informe, “los consumidores damos cada vez más importancia a los aspectos éticos en nuestras compras. De hecho, el 73% de los encuestados declara que tiene en cuenta aspectos éticos y ecológicos en sus decisiones de consumo”.  Además, “el 62% de los españoles cree que su consumo es una herramienta muy potente para cambiar el mundo”.

Lo que pasa es que no siempre es posible satisfacer el instinto sostenible. La investigación revela que los consumidores que están receptivos a consumir de manera más sostenible “se encuentran con barreras como la falta de información (60%), el precio (58%), la accesibilidad (54%) o incluso la dificultad para encontrar empresas responsables (52%)”.

No obstante, respecto al precio, “a pesar de que a menudo las opciones certificadas como más éticas, bio o eco, son más caras, el 10% de los encuestados reconoce que estaría dispuesto a pagar un sobrecoste sin condiciones y para cualquier tipo de producto”. Este porcentaje se amplía ligeramente si ese sobreprecio es pequeño (36%) o si se trata de productos específicos y que se refieren a cuestiones con las que están especialmente sensibilizados (24%).

Los resultados del estudio se han extraído de una encuesta representativa de la población española hecha a 1.284 personas, tres grupos de discusión con consumidores comprometidos con el consumo responsable, una encuesta exploratoria a 340 personas para medir los hábitos de este tipo de consumidores y 26 entrevistas realizadas a expertos en consumo sostenible y nuevas economías.