Cualquier lugar. El espacio más pequeño o más insospechado puede servir para combatir la contaminación. Incluso los pilares de las autopistas pueden ser un buen lugar para reducir la polución generada por los propios vehículos, tal y como están haciendo en México DF.

Vía Verde

La idea forma parte del proyecto Vía Verde, que trata no solo de cambiar el color de las carreteras si no también ser el primer punto en el que se reducir las emisiones provenientes del tráfico. La idea además tiene un toque romántico. Se trata de colocar pequeños jardines verticales en las columnas de las autopistas.
 
El proyecto no ha pecado de modesto. Se han intervenido más de mil pilares lo que ha creado un nuevo espacio verde por encima de los 60.000 metros cuadrados.  El principal beneficio de esta nueva e imaginativa infraestructura es la reducción de gases, sobre todo dióxido de carbono, que emanan de los motores de combustión. Un CO2 que se convierte además en oxígeno.

Más beneficios

Pero no es el único beneficio. Los jardines verticales también ayudan a combatir la contaminación acústica, absorbiendo buena parte de los ruidos generados por el tráfico. Y, como otra derivada más, ayudan a rebajar el calor urbano al reducir el fenómeno conocido como isla de Calor Urbano, frecuente en México DF dado su intrincado urbanismo.
 
Sin duda se trata de un proyecto en el que la imaginación ha tenido un papel importante. Como los mismos creadores admiten, los problemas de contaminación de las grandes urbes actuales, van a requerir de grandes dosis de creatividad. Y muy pocas urbes hay más necesidades de este tipo de soluciones que la capital mexicana, en la que viven más de 22 millones de personas.