Eran las únicas piedras lunares de procedencia documentada que aún permanecían en manos privadas. Se han vendido por más de 850.000 dólares en una subasta de artículos espaciales, celebrada en la sede neoyorquina de Sotheby’s. Un evento tuvo lugar a pocas semanas del 50 aniversario de la misión Apollo 8, la primera en orbitar la Luna, y en ella se ofrecieron casi 300 objetos de coleccionista relacionados con misiones cósmicas.

Los fragmentos son tres pequeñas piedras lunares que se obtuvieron durante la misión rusa no tripulada Luna-16, que volvió del espacio en 1970, y que también son las primeras muestras que se recogieron del satélite de forma automatizada. El objeto está encapsulado dentro de una pequeña caja metálica de 5 centímetros cuadrados, que en su parte frontal cuenta con un cristal y una potente lupa que se desliza sobre el mismo para poder observar en detalle los minúsculos ejemplares.

Las piezas fueron propiedad inicialmente de Nina Ivanovna Koroleva, viuda del principal creador y director del programa espacial soviético, Sergei Pavlovich Korolev, que las recibió como un regalo de la URSS en reconocimiento por la contribución de su marido, ya fallecido. Después, se vendieron en 1993 en una subasta de Sotheby’s, tras lo que se han intentado vender otras muestras lunares en numerosas ocasiones, aunque según la casa de subastas en la mayoría de casos eran falsas o robadas.

También destacó en la subasta un traje espacial Gemini que se elaboró para la NASA entre 1963 y 1965 para el astronauta estadounidense Pete Conrad, que estaba valorado en un precio mínimo de 100.000 dólares y que fue vendido por 162.500 dólares con tasas y comisiones incluidas. Se vendió además el cuadro The Final Impossibility: Man’s Tracks on the Moon, pintado en 1969 por el artista estadounidense Norman Rockwell, por el que se pagaron 87.500 dólares, por encima del pecio máximo estimado de 60.000 dólares.

También se presentaron en la subasta numerosos modelos de naves espaciales, relojes, cartas y autógrafos de conocidos astronautas como Yuri Gagarin, antiguas fotografías de la Luna tomadas durante misiones espaciales y banderas de distintas nacionalidades que se llevaron en estos viajes.