Tendemos a pensar que el tamaño sí importa, que cuanto más grande mejor. Y así, establecemos que somos tan listos porque nuestro cerebro es enorme y no para de crecer. Pero eso es falso.

Al menos el final de la anterior afirmación. Porque nuestro cerebro ha ido reduciéndose de tamaño desde hace al menos 40.000 años. Y lo ha hecho nada menos que en un 10 por ciento de su tamaño. 

Un nuevo estudio que acaba de ser publicado muestra cómo el cerebro humano ha decrecido desde el Holoceno. Se trata de un hecho único, dado que en todo el proceso evolutivo, la masa encefálica no había dejado de crecer al pasar de homínidos a homos. 

Este dato no influye en nuestras capacidades. Hace ya tiempo que los científicos saben que la inteligencia no está tanto relacionada con el tamaño como con el funcionamiento. 


Las explicaciones

Tras el hallazgo, llega la explicaciones, que todavía son solo teorías. La primera arguye que los cambios climáticos hicieron que los humanos no solo tengan el cuerpo más pequeño. Y a menor volumen corporal, menos cerebro. Esta idea se relaciona con el hecho de que, pese a que el encéfalo es solo el 2% del peso corporal consume casi una cuarta parte de la energía. Así que la reducción de tamaño viene provocada por una especie de optimización.

Otra teoría defiende que esta pérdida de volumen está condicionada por la autodomesticación.  A lo largo de la historia, los humanos ha ido haciendo una selección artificial con el ganado. Seleccionando aquellos ejemplares más dóciles, menos agresivos, con un aspecto más infantil. Y parece que lo mismo hemos ido haciendo con notros mismos. 

Es decir, aunque parece increíble, durante la Edad de Piedra, los humanos fuimos seleccionando aquellos individuos con mejor predisposición a colaborar y mayor capacidades para relacionarse y avanzar proyectos. Lo que curiosamente coincide con cerebros más pequeños.