El próximo 10 de agosto, una proteína que resulta clave en el desarrollo de la enfermedad de Párkinson viajará al espacio, hasta la Estación Espacial Internacional y a bordo de la cápsula SpaceX. Será por iniciativa de la Fundación Michael J. Fox y el Centro para el Avance de la Ciencia en el Espacio (CASIS, por sus siglas en inglés). ¿El motivo de tan largo y estratosférico viaje? Según han anunciado ambas organizaciones en un comunicado, es una esperanza para que los científicos involucrados en el proyecto puedan cristalizar así la proteína, llamada LRRK2, cuyas mutaciones son clave en el desarrollo de la enfermedad (es una proteína quinasa, una enzima que opera como transductor de señales modificando otras proteínas, y propagando la dolencia).

La microgravedad permitirá estudiarla

Este viaje puede determinar su estructura, cosa que se intenta desde hace años, y que ayudaría en el desarrollo de nuevas terapias contra esta enfermedad degenerativa “producida por la muerte de neuronas de la sustancia negra, que producen dopamina”, un “neurotransmisor importante en el circuito de los ganglios basales, cuya función primordial es el correcto control de los movimientos”, define Párkinson Madrid. Son las condiciones de microgravedad de la estación espacial las que permitirían conseguir este logro, se podría determinar la formación de cristales más grandes y regulares para resolver la estructura de la molécula, algo esencial para poder desarrollar nuevas terapias contra el párkinson. Los científicos creen que inhibir la LRRK2, que además, puede prevenir o retardar la progresión de Párkinson.

Una fundacion líder

La Fundación Michael J. Fox, impulsada por el protagonista de Regreso al futuro o The Good Wife, que padece Párkinson, es líder en el mundo en promover la investigación biológica de la LRRKK2, así como de vías para acelerar la curación del Párkinson y mejorar las terapias para aquellos que conviven con esta enfermedad. En la organización participan científicos, empresarios, pacientes, donantes y voluntarios.