Júpiter se acaba de convertir en el planeta del Sistema de Solar con más satélites: 79, después de que los astrónomos hayan descubierto una docena de nuevas lunas que lo orbitan, una de las cuales han descrito como “extravagante” a la vista de su órbita.

Todo empezó la pasada primavera, cuando un equipo del estadounidense Instituto Carnergie, bajo la dirección de Scott Sheppard, examinaba el cielo en busca de objetos lejanos en busca de un posible planeta más allá de Plutón, conocido como planeta X o nueve. Por el camino se han hallado estas lunas, nueve de las cuales son parte de una nube exterior que orbita Júpiter en dirección contraria al giro del planeta, al que tardan unos dos años en rodear, y se cree que son los restos de tres cuerpos celeste más grandes que se rompieron por colisiones.

Otras dos forman un grupo interior más cercano a Júpiter al que orbitan en la misma dirección que la rotación del planeta, con distancias orbitales y ángulos de inclinación similares, por lo que también podrían ser parte de una luna mayor.

La última luna es, en palabras de Sheppard, un “bicho raro”, al tratarse de una luna con una órbita que no se parece a ninguna de los otros satélites de Júpiter. Valetudo (nombre propuesto en honor a la diosa de la salud y la higiene, bisnieta del dios romano Júpiter) mide solo un kilómetro y medio de diámetro, por lo que es probable que sea la luna más pequeña de Júpiter. Se sitúa entre el grupo de nueve lunas más exteriores, está más inclinada que el resto y tarda aproximadamente 18 meses en completar su órbita. Gira alrededor de Júpiter en la misma dirección que el giro del planta, o lo que es lo mismo, se mueve en dirección contraria que las del resto de su grupo, por lo que se cruza con ellas y hace mucho más probable que se produzcan colisiones frontales.