Extractos de roca con más de 3.000 millones de años de antigüedad, encontrados en Isla Mauricio, cuando esta isla tiene una edad de entre siete y diez millones de años. No es ningún Expediente X, pero el tema es fascinante: el origen de esos materiales está en un “continente perdido”, ubicado  bajo la isla y llamado Mauritia, y estos fragmentos probarían la presencia de una antigua placa continental bajo la isla. Son las conclusiones expuestas por investigadores de la Universidad Witwatersrand (Sudáfrica) en un informe publicado este martes en la revista Nature Communications. El estudio lo han llevado a cabo por el geólogo Lewis Ashwal, de la Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo), Michael Wiedenbeck, del Centro Alemán de Investigación para las Geociencias (GFZ) y Trond Torsvik, de la Universidad de Oslo,Los investigadores creen que estos trozos de corteza de Mauritia quedaron enterrado por la lava y rocas volcánicas que comenzaron a aparecer hace unos nueve millones de años. Los extractos podrían ser piezas de un continente antiguo, que se rompió desde la isla de Madagascar, cuando África, la India, Australia y la Antártida se separaron para formar el Océano Índico.

La clave, en un mineral

Un mineral, el zircono, que se encuentra en rocas arrojadas por lava durante las erupciones volcánicas, ha resultado fundamental en este descubrimiento. No es habitual encontrarlos en los océanos: los zircones son minerales que se producen principalmente en granitos de los continentes. Contienen trazas de uranio, torio y plomo, y debido al como sobreviven bien al proceso geológico, permiten fechar los cambios de esta naturaleza con gran precisión. Mauritia podría haberse desprendido de un antiguo continente llamado Gondwana que se desintegró hace 200 millones de años.