Teletrabajo, videollamadas, series… Durante el confinamiento, las pantallas se han convertido en nuestra provincial ventana al mundo, y eso no siempre es una buena noticia para los ojos. Así, el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO) ha publicado una serie de consejos para protegerlos frente a la sobreexposición, y evitar lo que denomina la “fatiga visual por el abuso de dispositivos digitales”, también conocida como Síndrome Visual Informático (SVI).

Se trata de una afección temporal, y se puede manifestar con visión doble o borrosa, fobia a la luz intensa, lagrimeo, sequedad ocular, enrojecimiento de los ojos y hasta náuseas, mareos y cefaleas. Así, para empezar, el CNOO recomienda retirar la vista de la pantalla cinco o diez minutos cada hora, parpadear con regularidad para evitar la sequedad ocular y realizar ejercicios visuales, como cerrar los ojos o desviar la mirada de izquierda a derecha sin mover la cabeza, como cuando se sospecha de alguien en una peli de misterio.

En cuanto a la pantalla del ordenador de mesa o del portátil, el centro recomienda ajustar los colores para que sean siempre claros y mates, evitando reflejos, así como configurar los caracteres y el tamaño de la fuente para facilitar la legibilidad. Establece que es, además, conveniente procurar que la pantalla esté siempre limpia (cosa que también se nos recomienda para evitar contagios de coronavirus) y trabajar con texto negro sobre fondo blanco, y situarla a una distancia de entre 50 y 60 cm de la vista, y a la misma altura que los ojos o ligeramente más baja. Lo ideal es que el monitor se mantenga perpendicular a la ventana para evitar deslumbramientos y reflejos.

En relación con los smartphones, el CNOO advierte de que su mal uso puede provocar síntomas como la visión borrosa durante y después de tenerlo ante los ojos, así como dificultad para enfocar distancias, ojos secos o cansados, sensibilidad al brillo de la luz, incomodidad ocular y dolor de cabeza. Algunos de estos indicios, sobre todo la irritación y la sequedad ocular, se agudizan si se lee o utiliza el móvil a oscuras. Por otro lado, las características de este dispositivo, como el reducido tamaño de su pantalla y de la letra, conduce a que los usuarios lo sujeten a una distancia de lectura menor, y eso conlleva que forcemos la vista para enfocar mejor la letra. La entidad, por ello, apuesta por utilizar tablets más grandes o pantallas de ordenador cuando vayamos a estar un buen rato pegados al píxel. "Debemos considerar que, al leer un texto en una pantalla, como no emite luz directa, se provoca un mayor estrés y fatiga visual", señala.

Y, por supuesto, también hay precauciones a la hora de ver la televisión. Por más que nos enganchemos a pelis o series, "no se recomienda ver la televisión totalmente a oscuras”, y se anima a evitar los reflejos de luces o de las ventanas. Un pacto intermedio entre nuestra cine o seriefilia y el cuidado de la salud ocular puede ser “utilizar cortinas que mitiguen esos reflejos, pero que no oscurezcan completamente la habitación”. Y nada de pegarse al prota: no conviene situarnos “a menos de dos metros, mientras que la postura debe ser lo más perpendicular” a la tele.