¿Se puede aprender a morir? Hablar de la muerte es un tabú en las sociedades occidentales urbanas salvo que te toque de cerca. Entonces, asegura el teólogo y filósofo Francesc Torralba, "aparece como un huesped inquietante y no invitado". Así lo explica en una entrevista publicada en Alma, la red social social de "la Caixa", donde da las claves del "arte del buen morir". En su opinión, ser consciente de la finitud de la vida, nos ayudaría a tener una vida más auténtica. "Acercarnos a la muerte no es algo que hagamos para amargarnos la vida, sino para ser más conscientes de la vida que tenemos y para aprovecharla con más intensidad. En cambio, la vida inauténtica consiste en pensar que uno está permanentemente en este mundo y que no le afecta la muerte, la fragilidad… Para mí, pensar la muerte es pensar la vida, son dos caras de la misma moneda".

D ALMA LA CAIXA Francesc Torralba

El filósofo y teólogo Francesc Torralba (Fotografía: Clara de Ramon)

Una de las pocas certezas de la vida es saber que todos vamos a morir y posponerla, argumenta "es un error". Torralba ve "inmprescindible que toda persona, cuando tiene lucidez, pueda dejar escrito de qué manera quiere morir: dónde quiere morir, cuál ha de ser el límite del esfuerzo terapéutico y el ritual que desea. Un compañero de la universidad, con gran lucidez, me pidió que celebrara su funeral laico… pero es muy poco habitual. Esto descarga mucho a la familia".

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Torralba considera especialmente valiosa la reflexión de Santa Teresa de Ávila  sobre “si pensaras que tu hora es la postrera, ¿cómo la trabajarías?”.  En su opinión, es un ejercicio esencia. "Para mí es un pensamiento que enseña mucho porque te pone bajo el horizonte del final y te ayuda a decidir si lo que estás haciendo tiene sentido". Y añade que, en el final de nuestros días "buscamos que no haya dolor físico, el apoyo de las personas amadas, la reconciliación con Dios en el caso de que creamos en él… pero para mí la clave es la pacificación del yo. Vivir la muerte sabiendo que has hecho lo que tenías que hacer. Esto da mucha paz. Este proceso requiere de agentes distintos para cerrar las heridas pendientes".

En este sentido, valora muy positivamente el Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de ”la Caixa”, que ha sido puesto como ejemplo por el Consejo de Europa. Debería multiplicarse por cien, no solo en nuestro entorno, sino en otros tantos donde no se produce esta atención integral a personas mayores o con enfermedades avanzadas. Si se da esta atención, hay una calidad y confort en el final de vida, y eso no se garantiza solo tratando una parte, sino tratando al todo, y al todo solo puedes tratarlo desde un enfoque interdisciplinario".

El programa de Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de “la Caixa” ha atendido a más de 150.000 personas en el tránsito final de sus vidas y a 200.000 familiares. Se trata de un programa de atención psicosocial que complementa la asistencia sanitaria en el ámbito de los cuidados paliativos. Una de las peculiaridades de este programa pionero en el mundo es que los 42 equipos de atención con los que trabaja en España y otros 10 en Portugal, país al que se ha exportado este modelo de atención, actúan de manera uniforme y bajo una dirección científica liderada por Xavier Gómez-Batiste, director de la cátedra de Cuidados Paliativos de la Universidad de Vic. La evaluación continuada de este modelo de atención concluye que el 90 % de los beneficiarios han podido resolver temas difíciles, sobre todo de comunicación con su familia o entorno, gracias al apoyo de diferentes equipos de atención psicosocial  que prestan asistencia en los diferentes centros hospitalarios donde el programa está implantado y en domicilios.

Si quieres leer la entrevista completa puedes hacerlo en Alma, la red social social de "la Caixa".