Javier de Lucas lleva 40 años dando clases en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia donde ocupa la cátedra de Filosofía del Derecho. Este año se ha convertido, además, en senador por Valencia [concurrió a las elecciones en la lista del PSPV como independiente] y acaba de publicar ‘Fronteras’, el segundo libro de la colección Compromiso, editado por Libros.com, en colaboración con ”la Caixa”.  De Lucas, que es un referente en políticas migratorias, busca con este libro “romper con uno de los peligros más grandes que acechan a la inmigración: la deshumanización de los inmigrantes, a los que se alude con cifras y estadísticas”.

Entrevistado en Alma, la red social social de la Fundación “la Caixa”, Raúl M. Torres, recuerda algunos tópicos sobre los flujos migratorios. “Si tú le preguntas a cualquiera cuántos refugiados recibimos, seguramente la cifra multiplique por varios miles los números reales”, comenta recordando que, en este momento, hay en España entre 90 y 100.000 solicitudes de asilo o refugio acumuladas a lo largo de los tres últimos años. También desmiente la creencia de que la mayoría de estos refugiados vienen de países islámicos o en guerra: Venezuela es el país de procedencia de la mayor parte de las solicitudes de refugio.

 “Algunas de las más grandes aportaciones a la riqueza y al conocimiento universal las han hecho refugiados, como Albert Einstein y Hannah Arendt"

De Lucas reivindica que estas personas “ante todo son individuos con derechos” y pone el acento en la dimensión positiva de los movimientos migratorios. “Algunas de las más grandes aportaciones a la riqueza y al conocimiento universal las han hecho refugiados, como Albert Einstein y Hannah Arendt. Pero es difícil que cale el mensaje de que los refugiados tienen esta dimensión positiva porque, por ejemplo, en Alemania, se los instala en lugares particularmente deprimidos y, a la vez, crece la sensación de que reciben más ayudas que tú”.

Preguntado por la imagen del pequeño Aylan Kurdi, el niño sirio de origen kurdo que apareció muerto en una playa de Turquía cuando apenas tenía 3 años, De Lucas comenta que no está en contra de estos iconos para golpear conciencias, “pero el peligro es que la imagen sea tan poderosa que propicie una respuesta tan emocional como efímera”. Más allá de esta imagen, continúa, “hay que recordar que esa familia pierde a tres niños y a la madre, y que niños y niñas de esta edad mueren todos los días”.

Para De Lucas son necesarios políticas interculturales que acaben con la estigmatización de los migrantes, hacia las que mantiene un “optimismo teórico y un escepticismo práctico”, dado que la interculturalidad requiere un diálogo en igualdad. “Y a mí me da la impresión de que, en la práctica, estas condiciones de simetría no se dan”, concluye.

Una de las iniciativas que más valora es el Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural (ICI) de ”la Caixa”, de la que destaca que está exenta de paternalismo.

El proyecto ICI nació en 2010 con la intención de aplicar un nuevo e innovador modelo de actuación en territorios con gran diversidad cultural. La principal novedad es que fundía dos tipos de acciones que habían estado separadas hasta ese momento: la intervención comunitaria por un lado y la mediación, todo ello en colaboración con la administración, entidades sociales y ciudadanía.

En la entrevista, De Lucas considera que los agentes privados tienen más capacidad para salir de la posición de poder en el diálogo intercultural. “No digo que todos los programas privados salgan de esta posición de poder, pero sé que una de las características del Proyecto ICI precisamente es evitar posiciones paternalistas trabajando en el buen sentido de la interculturalidad y aportando, a través de un partenariado público-privado, el desarrollo de un proceso comunitario intercultural que ayude a los municipios en el desarrollo de políticas públicas”.

"Ximo Puig, me dijo que ya era hora de dejar de criticar desde fuera y que me decidiera a participar desde dentro"

Ahora tiene la oportunidad, desde el Senado, de intentar cambiar las cosas. En abril pasado, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, me dijo que ya era hora de dejar de criticar desde fuera y que me decidiera a participar desde dentro”, comenta. Su objetivo es intentar aportar “mayor responsabilidad” a la política de coordinación entre las administraciones, aprovechando el importante papel de la Cámara Alta en el equilibrio de las competencias y los recursos territoriales.