El Alzheimer es una demencia degenerativa incurable que, por lo general, muestra varios años de evolución antes de ser diagnosticada. La mayoría de los enfermos son mayores de 65 años. Sin embargo, una de cada 10 personas afectadas tiene entre 30 y 65 años. El número de afectados ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos años debido al envejecimiento poblacional. Se calcula que en la actualidad hay aproximadamente 50 millones de personas con demencia en todo el mundo, cifra que podría multiplicarse por tres en 2050. En España, según datos oficiales hay unos 800.000 enfermos de Alzheimer, pero expertos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) alertan de que estarían por encima del millón ya que entre el 30 y el 40% de los casos están sin diagnosticar.
Consejos para prevenir el Alzheimer
Combatir el Alzheimer se ha convertido en uno de los mayores desafíos sociosanitarios del siglo XXI. Aunque todavía no hemos dado con la curación, sí se pueden luchar contra este mal desde la prevención. Nina Gramunt, neuropsicóloga del Barcelona Brain Research Center de la Fundación Pasqual Maragall, explica en Alma, la red social social de la Fundación "la Caixa", cómo tener hábitos saludables puede retrasar el desarrollo de la enfermedad. "Controlar la salud cardiovascular, la diabetes y el colesterol, evitar hábitos nocivos como el alcohol y el tabaco, practicar ejercicios aeróbicos (que reducen el daño vascular cerebral y favorecen la formación de nuevas neuronas), así como seguir una dieta mediterránea equilibrada”, recomienda la doctora .
“Mantenerse cognitivamente activo y adquirir nuevos aprendizajes a lo largo de toda la vida son factores que favorecen nuevas conexiones neuronales que ayudarán al cerebro a resistir la posible patología”, añade.
Cuidar al cuidador
Los cuidados deben extenderse asimismo al cuidador para evitar el llamado síndrome de sobrecarga del cuidador, muy común en estos casos. Humildad Garrido lo sabe muy bien. Tuvo que dejar su trabajo como economista para cuidar de sus padres con alzhéimer, además de ocuparse de sus cinco hijos. “Cuando llegué a la Fundación Pasqual Maragall, lo primero que me preguntaron fue cómo me encontraba yo. Les respondí que yo estaba bien, que los enfermos eran mis padres, pero insistieron y me hicieron pasar un test con muchas preguntas para detectar posibles patologías. ¡Y las tenía todas!”, recuerda en Alma.
Era un caso de libro: insomnio, ansiedad, vómitos, sentimiento de culpa, dolores… Humildad tuvo que aprender a cuidarse a ella misma para poder, después, cuidar de sus progenitores. En este sentido, celebra nuevas iniciativas como la Escuela de Cuidadores de ”la Caixa” o el Espacio Barcelona Cuida para enfrentarse a una batalla tan dura como ésta. "Al alzhéimer lo llaman la enfermedad de los múltiples duelos. Pero no puedes permitirte caer en el desánimo porque hay gente que depende de ti".