Esperan pacientemente hasta que llega el momento sombrilla, toalla y hasta en nevera en mano, para echarse a la arena en busca de un sitio. Esto es lo que han captado algunos usuarios de las redes sociales en Torrevieja. Lo han colgado y el nombre del municipio no ha tardado en hacerse viral. 

En las imágenes se aprecia cómo vecinos y turistas después de una buena espera no dudan en echar una carrerita para hacerse con una de las parcelas en las que se ha dividido el arenal. 

Los comentarios se cuentan por decenas y los hagy para todos los gustos. Hay quien celebra estar en otras playas menos concurridas, quien critica las colas y quien aplaude la paciencia. 

Comentarios a las colas en la playa de Torrevieja
Comentarios a las colas en la playa de Torrevieja 2

Otro episodio polémico 

Pero las imágenes de los bañistas a la caza de una parcela de arena no han sido lo único que han protagonizado un titular en las últimas horas. El municipio también ha sido noticia por lo que le ha ocurrido a Víctor, un joven de 15 años con Trastorno del Espectro Autista que fue a la playa acompañado por su perra de apoyo, Pam. Cuando se disponía a darse un baño, el adolecente fue increpado. Le reprocharon que no es una playa para perros, pero, sin embargo, este tipo de animales de apoyo está autorizada a entrar en todos los espacios, salvo en quirófanos.   

Según ha narrado la madre del afectado a algunos medios, pese a explicarles el problema que sufre su hijo que no habla, continuaron con los reproches: "Me llegaron a decir que eligiera entre mi hijo y la perra, con cierta sorna me dijeron que sentían mucho que mi hijo fuera autista". 

Aunque al día siguiente pensaron en olvidar lo ocurrido y volver a la playa, al pisar la arena Víctor dio media vuelta y se negó a seguir.