El cartel de la Semana Santa de Sevilla ha levantado polémica entre la derecha. Las críticas de la parte más conservadora de la política en particular y de la sociedad en general han traído consigo que se levante una polvareda, a ojos de una inmensa mayoría, innecesaria, en redes sociales. Y una de las personas que se ha pronunciado sobre ella ha sido el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso (ERC), Gabriel Rufián.

Siempre al quite de estas cuestiones, el político de la formación catalana ha contestado con un mensaje contundente a los detractores de la imagen. Le ha bastado un tuit y una comparación que, verdaderamente, es de lo más acertado. “El cartel de Semana Santa en Sevilla MAL, pero un señor vestido de torero y de betún hasta arriba para reyes BIEN”.

De esta manera, el diputado se pronunciaba de manera directa sobre una evidencia que, sin embargo, tanto sectores de la derecha como de la ultraderecha siguen viendo con buenos ojos y que en este caso tiene que ver con el blackface, una práctica racista que, pese a ello, se sigue llevando a cabo en la actualidad. Consiste en hacer pasar a una persona blanca por otra negra pintándole la cara, obviando de esta manera a las personas negras que perfectamente podrían interpretar ese papel, en la ocasión concreta a la que nos referimos, de rey mago. En las últimas navidades ha habido ejemplos tan claros como el de, precisamente, Sevilla, donde en la cabalgata apareció un Baltasar pintado y vestido de torero; o Madrid, ciudad en la que su alcalde, José Luis Martínez-Almeida, fue protagonista inesperado por enviar a los niños de Chamartín un mensaje felicitándoles las fiestas con una persona, no solo pintada, sino que simulaba el acento.

El autor del cartel de Semana Santa responde

La imagen que aparece en el cartel que tanto ha molestado en los sectores de las derecha no es ni más ni menos que la de un Cristo “joven” y “bello”, en palabras de su propio autor, Salustiano García, con un paño.

El propio creador de la figura ha concedido varias entrevistas a medios o agencias como La Sexta o la Agencia EFE, en las que ha respondido de forma contundente a los críticos de la fotografía. Asegura que el problema lo tienen aquellos que ven algo más en la instantánea, ya que es la “propia suciedad interna” la que estas personas “están proyectando”.

Asimismo, respalda que su única intención no era otra que la de anunciar un evento, siguiendo con ello la estela de “cualquier cartel”. En su caso quiso centrarse en la parte “más luminosa” de la Semana Santa; es decir, la Resurrección. “Y luego ser fiel a mi estilo, que es trabajar con personas, con seres vivos y no copiar imágenes”.

Pero, por encima de cualquier cosa, acentúa que se trata de un cuadro “amable”, para nada “revolucionario”, como lo han pintado también algunos medios de comunicación. “No es tal porque yo no quería hacerlo, quería hacer un cuadro amable y respetuoso con la entidad que me lo ha encargado”, señalaba refiriéndose al Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla.

“Quería hacer un cartel respetuoso para las instituciones y todos los cristianos. En ningún momento he pretendido molestar a nadie. De hecho, los referentes que hay en el cuadro los tengo en mi familia, está basado en mi hermano mayor que murió joven y mi hijo, que es el modelo”, añade.

A partir de aquí, explica que estuvo buscando un modelo que le ayudase a exponer “toda la bondad, la majestad y la paz que hay después de la muerte” y moldeó esa idea a través de las postura y otros elementos que iba a incorporar como las potencias del Cristo del Amor o el paño de pureza de El Cachorro.

El objetivo de representar a un Cristo joven y nace con la idea de “representar al Dios que hay en Cristo”, ya que “su parte de hombre la ha dejado en la tierra y ahora ya está preparado para ser 100% Dios”.

Las redes sociales se vuelcan con el autor

Las redes sociales se han volcado con el autor del cartel, mostrando de esta manera un ejemplo de solidaridad que suelen dejar patente cuando suceden este tipo de situaciones, relacionadas con la censura y las críticas por el arte. De esta manera, se pueden leer comentarios calificando de “homófobas” algunas de las opiniones y lamentando la “hipocresía” de la derecha, incluso dentro de una festividad en la que hay, además, hay otras figuras que se parecen a la que ha desatado la polémica.