Las páginas de La Razón han incluido este domingo un surrealista artículo en el que se puede comprobar el pensamiento fundamentalista y ultracatólico que profesa el exministro de Interior Jorge Fernández Díaz, quien, por cierto, es noticia después de que la Fiscalía Anticorrupción haya pedido 15 años de prisión para él.

Bajo el título: La paz llegará gracias al ICM (Inmaculado Corazón de María), Díaz analiza el escenario bélico en Ucrania y la necesidad de buscar una vía pacífica para resolver el conflicto. Más allá de diplomacia y negociaciones, el exministro de Mariano Rajoy busca en el cielo una solución. "Con una guerra y Rusia en ella, la referencia a Fátima es obligada, se quiera o no reconocer por este Occidente otrora cristiano creyente", ha indicado.

"La paz no vendrá por las armas, sino por este medio"

Además, ha reflejado que "San Juan Pablo II hizo una consagración que obtuvo la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la URSS sin mediar ni un proyectil entre la OTAN y su homónima comunista, el Pacto de Varsovia". Un auténtico disparate que solo un radical podría defender. Por su parte, también ha dicho que el Papa Francisco ha hecho algo parecido en 2021 ante el conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, "es claro que no ha cesado la guerra ni Rusia se ha 'convertido', por lo que el Inmaculado Corazón de María no ha triunfado todavía".

Para Fernández Díaz, "está a la espera de la gracia del Cielo que requiere que se divulgue la devoción al ICM por la Iglesia Católica". Por ello, como medida para que se acabe la guerra, Fernández Díaz opta por "el impulso de la práctica de la devoción de los cinco primeros sábados de mes, que está olvidada". Finalmente, señala que "la paz no vendrá por las armas, sino por este medio".

Tras difundirse en Twitter el artículo publicado en el periódco de Francisco Marhuenda, el cómico y presentador de Zapeando y Buenismo Bien, Quique Peinado, se ha llevado las manos a la cabeza por lo que ha leído. "Como las mismísimas maracas de Machín", ha indicado.

El fundamentalismo de Fernández Díaz

No es la primera vez que Fernández Díaz hace gala de su discurso integrista. En una entrevista en La Sexta Noche del pasado 14 de diciembre de 2019, Fernández Díaz habló sobre Marcelo, su Ángel de la Guardia. "Se puede creer o no, pero todos tenemos nuestro ángel de la guarda. Una manera de familiarizarte con él es ponerle un nombre y un día se me ocurrió llamarle 'Marcelo'", expresó, en referancia a la confesión que hizo en una entrevista con La Vanguardia en la que dijo que le ayuda "en pequeñas cosas, como aparcar el coche".

Durante esa misma entrevista, Fernández Díaz también habló sobre un momento existencial que vivió en Las Vegas. Porque fue en la ciudad del pecado donde redescubre la figura de Dios gracias a su amigo Antonio Perea, supernumerario del Opus Dei:"Yo era lo que ahora se llama un católico-sociológico-cultural. Yo vivía en ese clima de un catolicismo cultural o sociológico, pero no vivido; no tenía presente a Dios en mi vida. Mi amigo de toda la vida fue un instrumento para iniciar mi camino de conversión que yo narro en mi libro", expresó.

Por su parte, el tuitero Diego E. Barros, quien ha sido quien ha viralizado el texto, señala que "fue ministro, y nada menos que de Interior". Una frase sencilla pero que sirve para tomar consciencia sobre el tipo de líderes que llegan al poder por culpa de partidos conservadores como en este caso, el Partido Popular.

La Fiscalía Anticorrupción pide 15 años de prisión

Más allá de anécdotas lisérgicas y peticiones marianas para acabar con conflictos bélicos, Jorge Fernández Díaz está dentro de la actualidad política ya que el pasado 24 de febrero, la Fiscalía Anticorrupción pidió 15 años de prisión para él y para el que fuera su número dos, el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, por el presunto espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas orquestada presuntamente desde su departamento para hacerse con documentos comprometidos de la formación conservadora.

La Operación Kitchen -o Caso Kitchen, fue un dispositivo parapolicial sin control judicial gestado por el ministerio del Interior de Mariano Rajoy, durante la etapa de Jorge Fernández Díaz, para espiar al polémico comisario. Según la Audiencia Nacional, el entonces responsable de Interior emplazó en 2013 a poner en marcha la trama que “coordinó” su número dos  en la que también estuvieron implicados Eugenio Pino (exjefe de la Policía Nacional), así como una media docena de comisarios, inspectores y otros cuerpos que formaban parte de las labores de seguridad.