“Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado y ejemplar. Cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos”. Estas palabras fueron pronunciadas por el rey Juan Carlos I durante el discurso de Nochebuena del año 2011.

Lo llamativo es que, según apunta certeramente un tuitero, emitiera dichas palabras mientras poco antes de “mover los 100 millones a Bahamas”.

Según las últimas informaciones, el rey emérito planeó en el Palacio de la Zarzuela crear una estructura en Suiza para guardar "una donación" de 100 millones de dólares (64,8 millones de euros) que iba a recibir del monarca de Arabia Saudí, que terminó transfiriendo a su íntima amiga Corinna, por miedo a que los fondos fueran revelados.

Juan Carlos I se habría reunido en Zarzuela con el gestor de fortunas Arturo Fasana y el abogado suizo Dante Canónica, según desveló éste último en su declaración ante el fiscal en Suiza Ives Bertossa. El monarca les habría facilitado el contacto del entonces embajador saudí en Estados Unidos, Adel Al-Jubeir, que iba a intermediar en la transferencia de los 100 millones de dólares, un "puro regalo".

"Preguntó si existía la posibilidad de crear una estructura para recibir esta donación. Le respondí que era importante que supiéramos la cantidad y que también era importante crear una estructura totalmente transparente, es decir, que Juan Carlos I apareciera como beneficiario efectivo", explicó el abogado el abogado.