Ser Aramís Fuster no es fácil. Haber vivido “700 años” debe quemar, pero también da para vivencias sorprendentes. Es aquí donde entra en juego uno de los terrenos en los que la vidente se hace grande: el amor. La ‘longeva’ experta en ocultismo no ha escondido nunca sus ‘alocadas’ relaciones con todo tipo de famosos, pero en Gran Hermano VIP no está dejando títere con cabeza.

Fuster, que no duda en pasearse por la Casa de Guadalix sin ropa interior, se ha dedicado a confesar sus vivencias durante tantos años – y siglos – de vida. Ya indicó que Barack Obama y Muamar el Gadafi fueron dos de las personalidades que pasaron por su vida para intercambiar algo más que palabras, pero es que también ha asaltado el universo hollywoodiense.

 

Ni corta ni perezosa, mientras mantenía una conversación con el polémico Ángel Garó, Fuster sentenciaba que “a mí el que me tiene privada es Al Pacino” y reconocía que le volvía loca.

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El amor platónico de Aramis

Pero la cosa no queda aquí: Al Pacino no ha sido el único que le robó el corazón. Su palpitante órgano pertenece a otra persona con más fuerza que la del intérprete neoyorquino. Se trata, nada más y nada menos, de Mario Conde. El banquero y ex político también ha sido protagonista, aunque de una manera mucho más especial, por la vida sentimental de la vidente.

“Le han jodido la vida igual que a mí”, lamenta una melancólica Fuster que sostiene la inocencia del empresario. Tras la conversación con Jorge Javier Vázquez, que fue quien le sonsacó esta información, se ha disculpado con Mario Conde porque “le respeto y no quería meterle en estos berenjenales”.