El año que viene se cumplen 25 años de la muerte de la icónica Gracita Morales. Desde su fallecimiento, muchas personas han propagado el rumor de que la actriz murió sola, arruinada y abandonada. Unas habladurías que la sobrina, Ana Carvajal (doña Eulalia en Cuéntame), ha desmentido tajantemente en una entrevista que ha concedido a 'La Otra Crónica'.

"No estaba ni arruinada ni sola. Hay que tener muy mala baba para decir semejantes cosas ante la enfermedad y la decadencia de una persona. Se aprovecharon de sus problemas psiquiátricos. ¿Tú sabes lo que es hacer siete u ocho películas al año, tomarte pastillas para dormir y otras para levantarte?", manifiesta Carvajal al citado medio. 

Sin embargo, lo más destacado de la entrevista llega cuando la sobrina desvela una de las grandes incógnitas de las últimas décadas: ¿quién se está haciendo de oro con los derechos de Morales? "Es una historia muy fea porque estando muy enferma unas monjitas iban a su casa a cuidarla cuando no estaba la criada o yo no podía ir por algún motivo [...] Tras su muerte fui al notario porque era la única Morales que vivía y, por tanto, su heredera. Sin embargo, me dijeron que les había dejado a unas monjitas su piso de la calle General Pardiñas y sus derechos de imagen, que al año pueden ser de 100.000 a 200.000 euros", desvela Carvajal.