Lo cuenta Jaime Peñafiel en su columna de ‘La Otra Crónica’ (‘El Mundo’). El 5 de junio de 2005 cuando Rafa Nadal llegaba por primera vez a una final en el prestigioso Roland Garros frente al argentino Mariano Puerta, la reina Sofía plantó al tenista español. 

Según cuenta el periodista especializado en casas reales, Juan Carlos y Sofía, conscientes de la importancia que para el deporte español tenía aquella final, viajaron a París para presidir en el palco central del estadio Philippe Catriel el partido.

“Pero la Reina, tan profesional ella, no se comportó como debía”, desvela Peñafiel. 

“"Ni respeto tuvo hacia Rafa Nadal que ganaba, por primera vez el Roland Garros, abandonando súbitamente su asiento junto al Rey y también el estadio. ¿Qué había sucedido para que se comportara tan groseramente? Simple y sencillamente "había antepuesto, escribí yo entonces, sus sentimientos de madre y abuela a sus obligaciones como la consorte del Rey que era". La culpa, el motivo fue una llamada a su móvil. ¿Tan grave era lo que le comunicaban para que, sin consultarlo con el Rey y con una falta de respeto hacia él pero, sobre todo, a Rafa Nadal que en ese momento, 15.15 horas de la tarde, luchaba con todas sus fuerzas para ganar? Sencillamente se levantó y abandonó el palco ante la sorpresa de Don Juan Carlos que no tuvo ni tiempo de preguntarle qué había sucedido. Nada justificaba aquella espantada real. Muy simple: le habían comunicado que su hija Cristina acababa de... ¡¡dar a luz!! no a su primer hijo, que ni así, ni al segundo, que tampoco, ni al tercero, mucho menos, sino... ¡¡al cuarto!!, una niña que recibiría el nombre de Irene, sexto de sus nietos”. 

Tras contar este episodio, Peñafiel sostiene que la reina se comportó “irresponsablemente en aquel momento” en contra de la imagen que mucha población tiene de ella como una mujer “tan perfecta, tan profesional”. 

“En modo alguno estaba justificado que abandonara el estadio, a su marido, el Rey, y a Rafa Nadal”, subraya el periodista. 

Lo más grave: el avión 

“Y lo más grave de todo esto es que, para trasladarse desde París a Barcelona, Sofía utilizó el avión de las Fuerzas Aéreas Españolas en el que los Reyes habían llegado desde Madrid y con el que, una vez finalizado el partido, regresarían a casa. El avión tuvo que volver a París para recoger al Rey”.