El español Daniel Sancho califica de “seguro” y “sano” el ambiente de la masificada cárcel tailandesa de Surat Thani en la que esta semana cumple seis meses de la condena a cadena perpetua por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta.
Fue declarado culpable en primera instancia del asesinato premeditado y el descuartizamiento de Arretia por un tribunal de la isla de Samui. Sancho fue traslado un día después de que se hiciera pública la sentencia a la prisión de máxima seguridad.
Surat Thani el centro penitenciario en el que se encuentra Sancho se sitúa al sur de Bangkok y aloja a más de 5.000 presos que cumplen condenas de entre 15 años y la pena de muerte. En una visita a la prisión ha descrito a EFE lo “opresiva” que es la atmósfera de la cárcel debido a los gritos, la megafonía y las televisiones. Por lo demás, destaca que se encuentra en un ambiente “sano, sin drogas, tabaco o violencia”. Admite que nunca se ha sentido amenazado, “no hay una mafia en la cárcel. Hay muchos guardias y los presos saben que el buen comportamiento es lo que les va ayudar a reducir las penas”.
Uno de los principales problemas que enfrentan las cárceles en Tailandia es el de la masificación. Afecta a casi el 80 por ciento de las 143 prisiones que hay en el país según la Federación Internacional de los Derechos Humanos. Surat Thani cuenta con un total de 4.618 prisiones y 616 reclusas, según cifras del Departamento de Correccionales.
Pese a la saturación Sancho afirma estar mejor en Surat Thani que en Samui, la cárcel donde ingresó días después de ser detenido. “Siempre hay agua corriente, no hay cortes de luz, está limpia y además la cárcel está organizada por los funcionarios, y hay más orden que en Samui” ha declarado.
Según ha relatado los responsables del centro le permiten realizar videollamadas y recibir visitas presenciales. Afirma hablar semanalmente con sus padres y con su equipo legal. Además, Sancho a calificado la comida que les permiten comprar adicional a las tres que ya tienen como “excelente”.