El cribado de cáncer de mama en Andalucía que, según la asociación Amama, ya ha provocado "varias mujeres muertas por retrasos" ha generado toda una crisis sanitaria en la región. Lejos de asumir responsabilidades, el Gobierno de Moreno Bonilla ha decidido culpar a la actual vicepresidenta primera del Ejecutivo central, María Jesús Montero, aludiendo a un protocolo de 2011. Sin embargo, en la noche de este miércoles, Xabier Fortes, documento en mano, demostraba que dicho protocolo no señalaba que las mujeres no debían ser informadas.
"Esta tarde, el presidente de Andalucía ha asegurado que los protocolos vigentes desde 2011 ya ordenaban restringir información sobre los cribados en determinados casos", arrancaba Fortes en La noche en 24 horas. El programa emitía una de las últimas declaraciones del presidente de la Junta, que aseguraba que "cuando la prueba era no concluyente, en muchos casos, las mujeres no eran informadas porque en el protocolo vigente, que fue aprobado en el 2011, se eliminó la obligación de informar a las mujeres que no tenían un diagnóstico claro".
"La primera decisión que ha adoptado mi Gobierno en cuanto que hemos sido conscientes de esta situación, que fue la semana pasada, fue la de cambiar este protocolo de manera inmediata. Primero con una orden verbal y después con una instrucción por escrito para informar telefónicamente a todas las pacientes", añadía tratando de llevarse méritos.
Por otro lado, tal y como recapitulaba el programa, desde el Congreso de los Diputados, el popular Juan Bravo también culpó a Montero, quien era consejera de Salud en aquel momento. "Protocolo Montero, fue usted la que eliminó la obligación de informar a los pacientes", le reprochaba a la ministra. "Trece años que no soy consejera de Sanidad y pretenden achacarle al Gobierno y a mí lo que está ocurriendo, que es impresentable, con el cáncer de mama", replicaba ella.
De vuelta plató, el presentador mostraba el documento al que los de Génova hacen alusión, el "Proceso asistencial integrado de cáncer de mama", que se encuentra "disponible en internet". Fortes explicaba que dicho documento "no dice, en ningún momento, que se deba o se pueda ocultar información, más bien dice exactamente lo contrario".
El vasco procedía entonces a leer el anexo 1: "Señala textualmente que al paciente le informarán del desarrollo del estudio, diagnóstico y las alternativas de tratamiento más adecuadas en su caso".
Madre mía, nuevo bulo del PP.
— αnhgi (@Anhgi_) October 8, 2025
Esta vez de Moreno Bonilla.
El protocolo en 2011 cuando María Jesús Montero era consejera de Sanidad pedía informar a las pacientes y a las familias. pic.twitter.com/wr9gmwLfIp
Una paciente andaluza de cáncer de mama sentencia a Moreno Bonilla ante Intxaurrondo
Silvia Intxaurrondo hablaba con Loli, una paciente de 40 años que sufrió esta "negligencia" en sus propias carnes y que ha querido responder, tajantemente, a las excusas del presidente de la Junta, Moreno Bonilla. "Yo era una mujer de 40 años que no entraba en cribado, pero me noté bultos y fui a mi médico de cabecera", comenzaba contando la andaluza.
El médico le ordenó hacerse una mamografía y, al no recibir ninguna llamada, pensó que todo estaba "correcto", tal y como le informaron que ocurriría en el hospital. Sin embargo, un mes mas tarde, Loli pidió una cita telefónica con su médico porque no se "encontraba bien" y, al revisar la prueba, la doctora le comunicó que "el radiólogo, a los pocos días de hacerte la prueba, vio una lesión compatible con tumoración y pidió de forma urgente un contraste".
"Una entiende que, si no le han avisado, irá bien", apuntaba Intxaurrondo desde plató. Loli subrayaba lo complicado que es hablar de este tema tras haberlo sufrido, pero quería alzar la voz: "Me cuesta la propia vida porque es un tema doloroso y duro, pero el tema de las 2000 mujeres fuera de aviso es la punta del iceberg". La andaluza tuvo que recurrir a su seguro privado para ser intervenida ya que, tras comunicarle la noticia en enero, no se le operarí hasta marzo; todo ello habiéndose realizado la mamografía "dudosa" en octubre.
Loli insistía en la angustia de las mujeres que, siendo conocedoras de su diagnóstico, tienen que esperar meses y meses hasta ser operadas: "Te avisan, y ahora vete a tu casa sin decir plazos, mirando al teléfono hasta que te llamen. Yo me iba a morir antes de ansiedad que del cáncer", decía. Intxaurrondo recordaba entonces una de las declaraciones de Moreno Bonilla, que aseguró que "cuando hay algún posible indicio, lo que hacen es no introducir un elemento de ansiedad al paciente, se decide no decirle nada y ya se le hacen pruebas posteriores".
"Nos prefieren tranquilas antes que muertas. Ese paternalismo absurdo, no me insulte a la inteligencia", sentenciaba Loli. "Dígame que puedo tener cáncer y nos ponemos las pilas entre todos. Yo como paciente, usted como gestor y los profesionales. Dígame que tengo cáncer, pero no me insulte a la inteligencia", repetía.
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