Este miércoles se cumplía el primer aniversario de la DANA. 365 días desde que el temporal más devastador de los últimos tiempos para nuestro país se cobraba la vida de 237 personas. Siete en Castilla-La Mancha, una en Andalucía y 229 en Valencia, enclave más golpeado. En los primeros momentos, incluso horas, de caos, los medios de comunicación se tornaron esenciales para los ciudadanos. Y, entre ellos, À Punt destacó por su labor como servicio público. Sin embargo, con el paso de los meses, las sombras han oscurecido la televisión pública valenciana. La mano de Mazón se ha posado sobre ella, imponiendo una dirección afín y sacrificando mecanismos de control. Hasta los propios trabajadores han dicho basta después de que cambiaran la masiva manifestación contra el president por toros. Si algo no engañan son los números, los que demuestran que À Punt ha dejado de ser un referente para su ciudadanía hasta en asuntos de especial relevancia y cercanía como la DANA. 

El 30 de octubre de 2024, día posterior a que Valencia viviera una de sus tardes más trágicas, la cadena registró máximo histórico de audiencias -desde que naciera en 2018- con su gran cobertura: un 13,5% de cuota de pantalla el 30 de octubre. En momentos de miedo e incertidumbre, À Punt se convirtió en una herramienta esencial para los ciudadanos.

Así, comprometida con su labor como servicio público, la cadena informó detalladamente del avance y consecuencias del temporal, convirtiéndose en el canal de referencia para muchos afectados. Además, cabe destacar que llevó a cabo una importante labor de fact-checking, desmintiendo los bulos que comenzaron a circular en aquella dramática situación.  En colaboración con Emergencias de la Comunidad Valenciana, pedía a la ciudadanía "no compartir información no contrastada".

Un año más tarde, en el aniversario de la DANA, À Punt se quedaba con un 5,1% de cuota de pantalla, es decir, más de ocho puntos por debajo. Entre algunas de sus emisiones más destacadas, anotó un 6'9% en su especial matinal, un 6'8% en los informativos de mediodía y noche y un 4'6% en el prime time con À Punt Et Busca. 

365 días después, la televisión valenciana ha dejado de ser un referente para los suyos. Sus cifras quedaron muy lejos de las cosechadas por TVE en la tarde de este miércoles. La televisión pública nacional copó la franja vespertina con sus distintas emisiones, que llevaron a cabo especiales por la DANA. 

En primer lugar, Directo al grano marcaba un 11,4% y 960.000 televidentes, siendo el documental documental 37 minutos a oscuras lo más visto con un 13,3% y 1.069.000 televidentes de media. A continuación, el especial informativo de RTVE por el Funeral de la DANA registró un 16,6% de share y una media de 1.338.000 espectadores. Por último, Malas Lenguas se disparó a récord histórico en La 1 con un 13,7% de cuota y 1.264.000 espectadores. 

Las polémicas que han lastrado a À Punt

Los número de À Punt no son casualidad, sino fruto de una serie de polémicas y decisiones que la han puesto continuamente en el punto de mira a lo largo de estos 12 meses. Después de ser aplaudida por su cobertura de la DANA, la cadena experimentó los primeros cambios, que salpicaron directamente a su dirección. 

Según explicaba Toni Villareal, líder del Comité de empresa de À Punt, a ElPlural.com, el antiguo Director General, Alfred Costa, estaba esperando a que Vox y PP "le confirmaran oficialmente o lo destituyeran formalmente", pero el temporal provocó que la Generalitat diera un golpe sobre la mesa. 

"La intención del nuevo Gobierno era nombrar a su gusto, alguien más afín, pero como se retrasó su nombramiento, y ocurrió la DANA, la cosa se les desmadró un poco", explicaba Villareal. Finalmente, fue el "propio Costa el que aprovechó el escándalo y dimitió para forzar que se resolviera su situación de interinidad", de manera que al Gobierno le tocó "nombrar a un nuevo director deprisa y corriendo". Así llegaban a la cúpula de À Punt Vicente Ordaz,  señalado por tener "por bandera subir la audiencia sea como sea", como Director General y Francisco Aura como presidente del Consejo de Administración.

Con esta nueva dirección, Mazón pudo poner el relato de À Punt a su servicio. En septiembre llegaba una de las polémicas más sonadas. RTVE publicaba un vídeo del CECOPI que había sido grabado por un cámara de la televisión autonómica y que demuestra que Salomé Pradas mintió en su declaración en dicha sede judicial.

La cadena ocultó este vídeo, que provocó la condena de las víctimas de la DANA, quienes acusaron al canal de manipulación: "À Punt tiene que velar como cualquier televisión pública porque prevalezca la verdad, independientemente del código deontológico del que hablan, que desconocemos y no tenemos por qué conocerlo. Pero ha de prevalecer la verdad, y si tú sabes que ahí están ocultando datos fundamentales para una investigación los tienes que poner a disposición y no atacar a otro medio porque sí lo publique", decía Rosa María Ávarez, presidenta de la asociación Víctimas Mortales de la DANA 29O a este medio. 

Y así fueron llegando las siguientes. À Punt trató de ocultar la ausencia del popular en la reunión de emergencias censurando un vídeo en directo en el magacín vespertino Va de bo y, más recientemente, decidía omitir la manifestación que recorría Valencia pidiendo la dimisión de Mazón días antes del aniversario para retransmitir una corrida de toros. 

En un comunicado difundido en redes con el 'hashtag' #LaPlantilladÀPNoCalla, empleados de la cadena expresaron su "enorme vergüenza" por esta decisión y lamentaron que "han vuelto a someter a la radiotelevisión pública valenciana a una avalancha de críticas y un grado de descrédito inaceptables". "La dirección de À Punt es la principal culpable, pero también lo son todos los miembros del Consejo de Administración que lo permiten", subrayaban.

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