Carmen Lomana es, sin duda, uno de los rostros más reconocibles de la crónica social española. Empresaria, colaboradora de televisión y conocida por su pasión por la alta costura, la socialité forma parte habitual de debates mediáticos por su sinceridad sin filtros y sus opiniones - a menudo polémicas -.

El pasado sábado, la de León ha vuelto a intervenir en su sección semanal en el programa Fin de Semana de la Cadena COPE, conducido por Cristina López Schlichting, donde ha abordado diversos temas de actualidad. Entre ellos, ha centrado buena parte de su intervención en valorar la figura del papa actual, León XIV, a quien ha definido con entusiasmo, alabando su porte, su elegancia personal y su estilo papal: “Me gusta muchísimo. La elegancia no es solo lo que te pones, sino cómo lo llevas, cuál es tu actitud”, ha afirmado Lomana ensalzando incluso hábitos papales tradicionales y destacando que el pontífice le “parece un hombre muy elegante en todo”.


Su ‘defensa’ pública del nuevo papa no sorprende a muchos y es que, Carmen ya había mostrado anteriormente una clara postura a favor hacia León XIV, en su columna en el diario La Razón, por ejemplo.

Durante su intervención ha comparado, además, la actitud del anterior pontificado, la del papa Francisco: “Nuestro anterior papa tenía otro gesto más fuerte, daba desplantes. A mí no me gustaba… su porte es que creo que le importaba tres narices”. Lomana no ha ocultado anécdotas sobre la actitud de Francisco con fieles y ha afirmado que el papa “no le hizo ni caso” a Tamara Falcó cuando la marquesa de Griñón trató de entregarle una imagen de “la Virgen de la Alegría” en una “audiencia privada”.

Que Lomana traiga a Falcó al debate con un gesto de apoyo indirecto es algo que resulta llamativo: a lo largo de los últimos años, la empresaria no ha tenido reparo en criticar públicamente a la hija de Isabel Preysler -e incluso a la misma Preysler-. En 2024 la llamó “absurda” y cuestionó su criterio como jurado del programa de televisión de Got Talent España, llegando a declarar que “no da más de sí”.

No obstante, en otra ocasión, Lomana también salió en defensa de Falcó ante la oleada de críticas que recibió por un comentario sobre la adopción, en la que se lamentaba por el acoso mediático que sufría la marquesa.

Por eso, precisamente, resulta llamativo el gesto de Lomana que desliza en su comparación entre papas. El entusiasmo de Carmen por León XIV, un papa más tradicional, contrasta con la percepción pública que tuvo de Francisco, quien se caracterizaba más por un estilo menos ceremonioso, algo más pastoral.

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