Antonio Naranjo y su Análisis Diario de la Noche despedían el 2025 con una mesa de colaboradores entre los que se encontraba la ex secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal. La expolítica acudió al programa de Telemadrid para hablar, entre otros asuntos, sobre corrupción; llamativo cuanto menos porque la ex ministra de Defensa con Rajoy volvía a estar en el foco hace escasos meses por su relación con el excomisario José Manuel Villarejo, involucrado en varios casos de corrupción.

"¿Cómo tenemos que interpretar que hayan puesto en la diana a los jueces?", le preguntaba Naranjo, refiriéndose al Ejecutivo de Sánchez. "Para poner en cuestión todo aquello que salga de un tribunal y no convenga al Gobierno. Con la gravedad, desde mi punto de vista, que no respete el principio de separación de poderes", arrancaba la popular.

Cospedal afirmaba que, según la Constitución, "la Justicia emana del pueblo y se administra en nombre del rey por los jueces, que son independientes, inamovibles y están sometidos únicamente al imperio de la ley". "Los primeros que están obligados a cumplir la ley son los poderes públicos. Si esa premisa básica de cualquier Estado de derecho desaparece, que los poderes públicos estén sometidos al imperio de la ley, el Estado de derecho desaparece. Ese es el gran peligro que estamos teniendo en nuestro país, que hay un Gobierno que no quiere someterse a la ley y que no está dispuesto a tener ese sometimiento a los jueces y tribunales porque no puedan convenirle sus pronunciamientos", lanzaba la exministra.

Por último, Cospedal arremetía contra Sánchez, asegurando "que oír a un presidente del Gobierno criticar a los jueces es un signo muy malo de la salud de la democracia española y lo tengo que decir con esta gravedad porque creo que es algo muy grave".

Precisamente a principios de diciembre se conocía que la Audiencia Nacional omitió documentos clave que implicarían a Cospedal en la 'Kitchen'. Este caso, separado de la operación Tándem, se focalizaba en las actuaciones del Ministerio del Interior de Jorge Fernández Díaz y del excomisario José Villarejo para extraerle documentación al tesorero Luis Bárcenas, en prisión y señalado por la Gürtel, que pudiera perjudicar a Mariano Rajoy y al propio PP.

La Audiencia Nacional optó por no tener en cuenta las grabaciones de las conversaciones entre el excomisario José Villarejo y la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, a pesar de que en ellas se señalaba de forma directa a quien fuera número tres del PP. Según denuncia el PSOE, los audios completos habían sido remitidos al juzgado por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, que actuaba como policía judicial en esa causa. Una decisión deliberada que, además, se tomó en contra del criterio de la Fiscalía Anticorrupción, de la Abogacía del Estado y de las acusaciones populares.

El tribunal dejó igualmente sin recorrido unos audios que en aquel momento acababan de salir a la luz sobre la supuesta implicación de la expresidenta de Castilla-La Mancha en la trama, así como un informe policial que apuntaba en la misma dirección. Un proceder que resulta difícil de desligar de la identidad del juez instructor, Manuel García-Castellón. Figura de referencia para sectores de la derecha judicial, respaldado por determinados medios y elogiado por el Partido Popular, volvió a exhibir en este caso una particular concepción de la independencia judicial.

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