Quedan poco más de 24 horas para despedir el 2025, un año que ha sido especialmente complicado en la Comunidad Valenciana. La trágica DANA que arrasaba con múltiples localidades de Valencia a finales de 2024 todavía hacía estragos meses después, con multitud de afectados que aún debían recomponer las piezas de su hogar y el conjunto de los valencianos pidiendo justicia ante un Carlos Mazón que no dimitiría hasta doce meses después del temporal. Un año en el que su televisión pública, À Punt, también ha estado en el punto de mira. Mientras que en la vorágine causada por la DANA se convirtió en todo un referente, con el paso de los meses, la evidente mano de la Generalitat terminó señalándolos. Y así ha vuelto a ocurrir en este fin de año, en el que la cadena se ha visto salpicada por las críticas por sus Campanadas.

La radiotelevisión pública valenciana ha anunciado que, por primera vez en la historia, saca sus Campanadas de Valencia "para rendir homenaje a los pueblos y comarcas afectadas por la DANA en 2024". Para ello, el programa especial que se conducirá el mismo 31 de diciembre a partir de las 23:20 horas se realizará desde el Ayuntamiento de Utiel. Hasta aquí todo parece correcto.

Sin embargo, A Punt detalla que este programa especial incluirá "conexiones en directo con diferentes localidades de la Comunidad Valenciana para comprobar cómo se vive la última noche de 2025. Un gran equipo de reporteros de À Punt estarán a pie de calle en Montanejos, PeníscolaNoveldaTorreviejaSagunt y Font de la Figuera para descubrir cómo se celebra la noche de Fin de año es estas localidades de la Comunidad Valenciana".

Es decir, la cadena anuncia que sale de Valencia para rendir homenaje a los afectados por la DANA, pero no anuncia su presencia "a pie de calle" en ninguna de las localidades afectadas por el temporal. Y precisamente este ha sido el motivo de las críticas de multitud de usuarios en redes sociales. "Ni pies ni cabeza", escribía uno de ellos a través de su perfil de X -anterior Twitter-.

À Punt, tras la DANA: de referente a señalado

Los números actuales de À Punt no son casualidad, sino fruto de una serie de polémicas y decisiones que la han puesto continuamente en el punto de mira. Después de ser aplaudida por su cobertura de la DANA, la cadena experimentó los primeros cambios, que salpicaron directamente a su dirección. 

Según explicaba Toni Villareal, líder del Comité de empresa de À Punt, a ElPlural.com, el antiguo Director General, Alfred Costa, estaba esperando a que Vox y PP "le confirmaran oficialmente o lo destituyeran formalmente", pero el temporal provocó que la Generalitat diera un golpe sobre la mesa. 

"La intención del nuevo Gobierno era nombrar a su gusto, alguien más afín, pero como se retrasó su nombramiento, y ocurrió la DANA, la cosa se les desmadró un poco", explicaba Villareal. Finalmente, fue el "propio Costa el que aprovechó el escándalo y dimitió para forzar que se resolviera su situación de interinidad", de manera que al Gobierno le tocó "nombrar a un nuevo director deprisa y corriendo". Así llegaban a la cúpula de À Punt Vicente Ordaz,  señalado por tener "por bandera subir la audiencia sea como sea", como Director General y Francisco Aura como presidente del Consejo de Administración.

Con esta nueva dirección, Mazón pudo poner el relato de À Punt a su servicio. En septiembre llegaba una de las polémicas más sonadas. RTVE publicaba un vídeo del CECOPI que había sido grabado por un cámara de la televisión autonómica y que demuestra que Salomé Pradas mintió en su declaración en dicha sede judicial.

La cadena ocultó este vídeo, que provocó la condena de las víctimas de la DANA, quienes acusaron al canal de manipulación. Y así fueron llegando las siguientes. À Punt también trató de ocultar la ausencia del popular en la reunión de emergencias censurando un vídeo en directo en el magacín vespertino Va de bo y, posteriormente, decidía omitir la manifestación que recorría Valencia pidiendo la dimisión de Mazón días antes del aniversario para retransmitir una corrida de toros. 

Así hasta que, recientemente, hemos conocido que, tan solo seis días antes de que Pérez Llorca fuera nombrado president de la Generalitat, Mazón retorció una ley para poder enchufar a más altos cargos en la radiotelevisión pública valenciana.

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