Los apagaones nos han demostrado que dependemos mucho [quizá demasiado] de la tecnología. Pero, lo cierto es que los avances continúan y no se dejan de presentar propuestas para, en teoría por lo menos, hacernos la vida más fácil.
Un robot que anticipa lo que necesitas y te lo ofrece… sin que se lo pidas
Por eso, hoy te traigo la que más me ha llamado la atención estos días: un robot que anticipa lo que necesitas y te lo ofrece… sin que se lo pidas. Lo acaba de presentar el instituto tecnológico de Massachusetts, más conocido como MIT.
Utilizar la información del mundo real para ayudar a un ser humano requiere un enorme esfuerzo de computación
Imagina el futuro
Imagina la situación. Estás tranquilamente en casa, viendo la serie de turno, y un robot te acerca unas palomitas, por ejemplo. Así, sin que se lo pidas. Es lo que quieren conseguir en el MIT y ya están dando los primeros pasos.
Pero la cosa es más compleja de lo que parece. “Para un robot, el mundo real es mucho. Hacer que todos los puntos de datos de una escena tengan sentido, puede suponer un enorme esfuerzo y tiempo de computación”, dicen desde la institución. Un ejercicio que es incluso más complejo, cuando se trata de “utilizar esa información para decidir cómo ayudar mejor a un ser humano”.
Elegir en un bufé
Lo que ha hecho el profesor de ingeniería mecánica del MIT, Kamal Youcef-Toumi, con su equipo de alumnos, es un experimento en el que diseñaron la clásica mesa de un bufé de desayuno: frutas, latas de refresco, zumos, vasos, cubiertos y demás.
También incluyeron un brazo robótico con un micrófono y una cámara, al que le hicieron aplicar el modelo de “relevancia” diseñado por el equipo, que permite a la máquina buscar claves en la información visual y auditiva, para identificar cuál es el objetivo de un ser humano.
De hecho, el robot fue capaz de identificarlo en diferentes situaciones y ayudar a la persona. Por ejemplo, en un caso, cuando el sujeto agarró un café, el brazo articulado le ofreció rápidamente leche y un palito para remover.
En otra ocasión, el robot identificó una conversación entre dos personas que hablaban de café y les ofreció uno.
90% de exactitud
El robot fue, en total, capaz de predecir el objetivo del humano con un 90% de exactitud; y de identificar objetos relevantes con un 96% de acierto. El método también mejoró la seguridad del robot, con una reducción del número de colisiones de más del 60%.
Youcef-Toumi asegura que “un robot no tendrá que preguntar tantas cosas a un ser humano sobre lo que necesita. Extraerá información de forma activa de la escena, para inferir cómo ayudar”.
El equipo también está programando robots con este modelo de relevancia para diferentes escenarios de fabricación y almacenes, en los que prevé una colaboración cercana entre máquinas y seres humanos, en los que las primeras ayudarán de forma intuitiva.
Copiando a los humanos
Los investigadores han desarrollado su modelo a partir de una región de nuestro cerebro conocida como el sistema de activación reticular [SAR], que es un grupo de neuronas que actúan de forma subconsciente para obviar los estímulos innecesarios, de forma que nos podamos centrar en los que son relevantes.
El SAR nos ayuda a prevenir la “sobrecarga sensorial” y evita, por ejemplo, que nos fijemos en cada cosa que haya en una encimera y centrarnos solo en la taza de café que nos interesa.
“Lo sorprendente de este grupo de neuronas, es que filtra todo lo que no es importante y hace que el cerebro se centre en lo que es relevante en ese momento”, explica Youcef-Toumi. “Es básicamente nuestra propuesta”, añade.