Afirmar que Jorge de la Hidalga es una de las personas que mejor conocen el sistema penitenciario español -si no la que mejor- no es ninguna exageración. A diferencia de los jueces, abogados penalistas e incluso los funcionarios de prisiones, él conoce toda la legislación y procedimientos. Pero, además, conoce el otro lado de la historia: el de las familias, el más importante.
Hace doce años, con la ayuda de dos programadores, creó Infoprisión, una web con la que esperaba poder ayudar a encontrar información a quienes más sufren las condenas, que son sus familias. Su planteamiento, desde el principio, fue sin ánimo de lucro -hoy en día siguen sin tener ingresos por la página y todo lo hacen gratis et amore- y sin grandes objetivos. “Pensamos que alguien entraría de vez en cuando a consultar alguna cosa”, explica.
Infoprisión lleva doce años ayudando a las familias de los presos en cárceles españolas
Desde que comenzó la pandemia, las cárceles se han cerrado a cal y canto a nivel informativo
Pero el éxito fue mucho mayor que el esperado. Y no solo eso, hace unas semanas, la actividad de la web cambió. “Empezamos a recibir más y más mails de las familias en los que nos decían que no podían localizar a los internos o detenidos”, relata de la Hidalga. “Estamos recibiendo todos los días una docena de correos de familiares que están en “Colombia, en Costa Rica, en Nicaragua, en León, en Zamora… tratando de tener un contacto”.
“Desde que comenzó la pandemia, las cárceles se han cerrado a cal y canto. A nivel informativo, no solo regimental y tratamental. Están cerradas al contacto externo y la gente está desesperada porque no puede comunicar, ni realizar vis a vis, ni ir los fines de semana a ver a sus seres queridos por cristal. Lo único que queda son las llamadas”, continúa. Porque, además, los permisos de salida de los presos se han cancelado.
Quienes más sufren son las familias, que no tienen la culpa de nada
Sin contacto
En algunas prisiones se han instalado videollamadas. El ministerio del Interior ha repartido 250 tablets. “Pero ¿a cuántos internos de los 51.000 que hay actualmente en las cárceles españolas -excepto las catalanas, que tienen transferidas las competencias- llegan esas tablets? A muy pocos”.
Nos cuenta el caso de una mujer que escribió a Infoprisión desde Nicaragua. “Hacía tres semanas que no sabía nada de su hijo. Le preguntamos si había venido a España y si había entrado por el aeropuerto. Nos respondió que sí y le dijimos que lo más probable era que estuviera en Soto del Real. Nosotros no podemos preguntar por un detenido, pero ella como madre sí. Esa persona se puso en contacto con la cárcel y pudo localizar a su hijo, aunque estuviese en el extranjero”.
Según de la Hidalga, quienes más sufren son las familias “que no tienen la culpa de nada”. Y, como siempre, las más afectadas son “las mujeres: las madres, las hijas… El 92 por ciento de los presos que hay en España son hombres y son ellas quienes se preocupan por esos presos. El sufrimiento de la reclusión lo llevan las mujeres y las familias, que además en la mayoría de los casos no se enteran de que la persona estuviera cometiendo un delito hasta que es detenido. Y ellas no son culpables, pero sí pagan las penas”.
Nos cuesta dinero y esfuerzo mantenerla, pero la sociedad tiene la necesidad de entender el sistema penitenciario
Las mujeres
Las mujeres son sobre quienes recae la carga de cuidar hogares e hijos, “económica y afectivamente”. Y se añaden más tareas: “visitarlo semanalmente, llevarle ropa, ingresarle dinero. Eso nos parecía injusto y orientamos la página hacia ellas“.
El mantenimiento de la web no es sencillo. No solo hay que contestar a las consultas de las usuarias, sino que cada día de la Hidalga publica una entrada en el blog, con información de interés para las familias. “Nos cuesta dinero y esfuerzo mantenerla, pero no la hemos querido desmantelar porque entendemos que la sociedad tiene la necesidad de entender un poco el sistema penitenciario”.
En Infoprisión se puede consultar toda la información necesaria para comprender qué está sucediendo y qué hay que hacer en cada caso, desde que una persona es detenida, hasta que queda en libertad. Además cuenta con un “diccionario taleguero”, para entender la jerga penitenciaria.
Jorge de la Hidalga también es el autor de la novela Vis a vis
