La incorporación de la inteligencia artificial (IA) en la música está transformando la forma en la que se compone, produce y distribuye. El estudio realizado por Know Media y la Universidad Carlos III para la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) advierte de un impacto económico directo para los creadores, que se suma a la incertidumbre sobre la autoría y la protección de derechos.
El informe señala que, si bien la IA puede funcionar como apoyo en tareas de composición, mezcla o promoción, su capacidad de generar canciones completas abre la puerta a una sustitución gradual del trabajo humano. Esto plantea un reto estructural para un sector donde ya un tercio de los autores ha experimentado con estas herramientas.
Pérdida de ingresos y empleos por la inteligencia artificial
Según las proyecciones, en 2028 podría estar en riesgo un 28 % de los ingresos por derechos de autor en España debido al uso de IA generativa. Esto se traduce en unos 100 millones de euros solo ese año, y en un acumulado de entre 160 y 180 millones entre 2025 y 2028. La mayor parte de las pérdidas recaerían en los compositores con ingresos más altos por derechos, que prevén reducciones cercanas al 40 %.
A nivel internacional, estudios de entidades como CISAC, GEMA o SACEM estiman caídas similares. En Europa, Alemania y Francia podrían perder hasta 950 millones de euros en regalías, mientras que en Australia y Nueva Zelanda se calcula un recorte del 23 % en los ingresos de los autores si no se aplican medidas regulatorias.

Una adopción creciente de la IA
En España, un 34 % de los creadores ya ha utilizado herramientas de IA en algún momento de su proceso creativo y otro 17 % planea hacerlo pronto. Se emplean especialmente en fases iniciales, como la generación de bocetos musicales, la creación de letras o la elaboración de acompañamientos. También se extienden a la producción y la promoción, con el diseño de carátulas y campañas.
El riesgo se acentúa en géneros más comerciales, como la música publicitaria o funcional, donde las plataformas ya distribuyen miles de temas generados automáticamente. Solo en Deezer se publican cada día unos 20.000, lo que representa cerca del 18 % de su catálogo.
Perfiles de autores ante la IA
El estudio identifica cuatro grupos principales entre los creadores. Los “simbióticos”, que usan la IA como aliada creativa; los “inspirados”, que muestran interés aunque aún no la utilizan; los “reactivos”, que se adaptan sin convicción por presión del mercado; y los “industriales”, que ven en la IA un recurso técnico para ganar eficiencia.
Pese a las diferencias, existe consenso en que la música en vivo sigue siendo un espacio insustituible y que la creación humana mantiene un valor único a la hora de transmitir emoción.
Petición de regulación
Los autores coinciden en reclamar un marco legal que garantice compensaciones justas por el uso de sus obras en el entrenamiento de sistemas de IA, transparencia en la identificación de contenidos generados artificialmente y medidas que aseguren que la automatización no reemplace a la creatividad humana.
El informe propone tres líneas de acción: vigilar de forma continua la expansión de la IA en la música, diferenciar claramente entre obras con asistencia tecnológica y obras generadas de forma autónoma, y avanzar en la definición de un marco normativo que proteja la creación cultural frente a la automatización.