En las últimas semanas, he tenido la oportunidad de entrevistar a 6 emprendedoras de éxito. Y, como se está acabando el año y es la época de los resúmenes, he querido resumir las claves que estas mujeres me han transmitido para hacer realidad un proyecto.

Emprender es identificar un problema y trabajar con determinación para resolverlo

Emprender no es sólo crear una empresa: es identificar un problema, ponerle nombre y trabajar con determinación para resolverlo. Esa es la conclusión que comparten 6 emprendedoras españolas cuyos proyectos están transformando sectores como la reforestación, la bioeconomía circular, la nutrición oncológica o el bienestar laboral.

En esta primera parte del reportaje, he recogido las primeras claves del éxito que se pueden extraer de sus testimonios: propósito, innovación útil, sostenibilidad y capacidad para convertir dificultades en oportunidades. Mañana, podrás leer la segunda parte.

Empezar con un propósito claro

Todas coinciden en que emprender “por emprender” no funciona. La motivación surge de una necesidad real que les tocó de cerca. Por ejemplo, Isabel Abascal fundó Compostree al descubrir que la reforestación, una actividad concebida como positiva, generaba toneladas de plástico abandonado en el monte. La clave de su éxito fue identificar un problema escondido y aportar una alternativa real y viable.

En su caso, el problema detectado es el protector que se coloca para proteger los árboles recién plantados, “Es de plástico, no se recicla y generalmente se queda en los montes. Si se recoge, acaba en el vertedero porque no es reciclado”.

Su solución fue desarrollar un protector compostable y biodegradable y llevarlo a producción industrial. Su consejo implícito: si tu idea resuelve algo evidente, tiene mercado.

El impacto empieza en el territorio

Para Patricia Ojeda, de Bioma, la clave fue entender que los residuos en zonas rurales podían convertirse en recursos con valor económico y ambiental.

“Dejamos la zona limpia para que puedan realizarse otros proyectos. Separar, descontaminar y dar nueva vida a los residuos reduce impacto, rebaja costes y devuelve valor al entorno”, explica.

Su enfoque demuestra que innovar no siempre es alta tecnología, sino ver oportunidades donde otros ven problemas.

Innovación útil: tecnología que se integra en la vida real

La innovación solo tiene éxito si es útil, práctica y mejora la vida de las personas. Un buen ejemplo es Verónica González, que creó NuBu tras serle diagnosticado un cáncer de mama. Comprendió que la nutrición durante los tratamientos era un desafío sin respuesta adecuada.

“Decir ‘come bien’ no sirve”, afirma. Su plataforma digital se integra en el proceso clínico y adapta recomendaciones a síntomas reales. Su clave del éxito: convertir la experiencia personal en una solución que necesitan miles de personas, respaldada por rigor médico y tecnología accesible.

La sostenibilidad como ventaja competitiva

Las emprendedoras coinciden en que la sostenibilidad ya no es un valor añadido, sino un motor de innovación. Abascal lo resume así: “Igual que hemos buscado alternativas a las pajitas o a las bolsas del supermercado, proponemos una alternativa compostable para estos protectores”.

Ojeda añade una visión empresarial: “Una planta piloto supone una inversión de 100.000 euros, pero permite crear empleo local y activar economías circulares”. Es decir, apostar por sostenibilidad requiere valentía inicial, pero ofrece retorno económico, social y reputacional.

Los datos como fórmula de crecimiento

Beatriz Crespo aporta otra clave esencial: medir. “Hay pequeños gestos, microhábitos… que si eres capaz de ir incorporando, te facilitan acceder a otros más grandes”, dice. Su empresa utiliza datos reales para personalizar el bienestar laboral. Su mayor lección: “Lo que funciona es acompañar al trabajador según su necesidad real.”

La clave es evidente: solo se mejora lo que se mide. Y emprender sin datos es emprender a ciegas.

Este conjunto de claves —propósito, sostenibilidad, innovación útil y medición— sienta las bases del éxito que comparten estas emprendedoras. En la segunda parte, te hablaré de otras habilidades esenciales como resiliencia, liderazgo humano, visibilidad femenina y la capacidad de convertir la incertidumbre en motor de crecimiento; como estas mujeres me han demostrado. 

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