Desde hace unos meses, las redes sociales de Federico Gómez [Fede para las amistades] han cambiado mucho. Al principio, los paisajes que recogían sus fotos estaban plagadas de batas de colores y camillas que recorrían pasillos. Después, pasaron a ser una habitación, los pies de una cama. Al cabo de pocos días, empezamos a ver unos pies tímidos, que caminaban despacio por uno de aquellos corredores. “Las muñecas de Famosa se dirigen al portal”, decía en uno de los comentarios un amigo. Un día, esa ambientación de hospital desapareció y se convirtió en su casa, sus perros, el campo.
Han pasado más de cuatro meses desde aquella primera foto del 11 de septiembre frente al Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. “Hasta aquí han llegado mis riñones. Desde el 2003, que me diagnosticaron glomerulonefritis IGA, han ido aguantando. Ya no dan para más. Ahora toca cambio de filtros”.
Ese mismo sábado, a las 9:45, Fede entraba en la sala de operaciones. Unos días después relataba este diálogo:
- Enfermera: “Rafa, el paciente está listo para bajar a quirófano”
- Rafa: “Voy”
- Enfermera: “¡Y no te olvides del riñón!
Continúa su relato: “Vuelve con una neverita azul del estilo de las que se llevan a la playa, de plástico duro con apertura por arriba. Me la deja en los pies de la camilla y dice: Listo”. Relata el trayecto por el hospital que “no es largo, pero tampoco es corto. Suficiente para poder ir pensando: joder; yo pensé que sería un poco más sofisticado. Se abriría una cámara especial de donde saldría vapor al abrirla (como cuando congelan a Han Solo en carbonita)”.
La neverita en cuestión serviría para “llevar cervecita frías ahí también. Saca una para el camino, Rafa. A ver si se equivocan y me ponen una Mahou en vez de un riñón”.
Aunque parezca un tópico, hay otra familia que está feliz: mis hijos, mis padres, mis hermanas
Una vida normal
Federico [o Fede, si prefieres] ya lleva una vida casi normal, con el único miedo a la Covid, que en su caso está más que justificado. Afirma estar “mucho mejor de lo que me esperaba. Mi nueva vida después del trasplante va a ser mejor que la de antes. Físicamente estoy mucho mejor. Tengo más vitalidad. Mi calidad de vida va a ser prácticamente la misma que si no tuviera la enfermedad. ¡Puedo jugar al fútbol, esquiar, hacer un montón de cosas! Los efectos secundarios son mínimos”, nos cuenta.
Cuando le preguntamos qué les diría a quienes no saben si donar sus órganos, se le quiebra la voz: “Sabes que esta Navidad hay una familia que la pasó jodida. Pero me gustaría decirles que piensen, aunque parezca un tópico, que hay otra familia que está feliz: mis hijos, mis padres, mis hermanas. No se pueden imaginar el cambio que pueden hacer”.
El Programa de Donación y Trasplantes se recupera en 2021 del impacto de la Covid-19
Recuperación
La historia de Fede no es muy diferente de la de las otras 7.781 personas que recibieron un trasplante en España el año pasado, según anunciaba la semana pasada la ministra de Sanidad, Carolina Darias, junto a la directora general de la Organización Nacional de Trasplantes [ONT], Beatriz Domínguez-Gil.
Según el ministerio, “el Programa de Donación y Trasplantes se recupera en 2021 del impacto de la Covid-19, una pandemia que ha puesto en jaque a todas las áreas de nuestra sociedad”. A pesar de todo, se ha demostrado “la robustez de España en el ámbito de donación y trasplante”.
Estos datos reflejan una recuperación del 8% en trasplante y del 7% en donación de órganos
Donantes
Todo, “gracias a las 1.905 personas que donaron sus órganos tras fallecer”, lo que supone una tasa de donación de 40,2 donantes por millón de población (p.m.p.). Además, 324 personas donaron un riñón en vida y otra más que donó parte de su hígado. Según el ministerio, “aunque las tasas no alcanzan los niveles récord registrados en España en 2019, estos datos reflejan una recuperación del 8% en trasplante y del 7% en donación de órganos en comparación con 2020”.
Nuestro compañero Borja García ha preparado una de sus infografías, con todos los datos.
La ministra Darias destaca el esfuerzo ímprobo de los profesionales que participan en este programa
Esfuerzo
La ministra Darias destacaba en la presentación de estos resultados “el esfuerzo ímprobo de los profesionales que participan en este programa y la coordinación de la ONT con el apoyo de las comunidades autónomas, para que podamos calificar el año 2021 como el de la recuperación en materia de donación y trasplantes. Sin olvidar en ningún momento la enorme generosidad de la sociedad española. Lo que demuestra que España no solo ha refrendado su liderazgo mundial, sino que también ha mostrado su capacidad de afrontar las adversidades, con el único objetivo de procurar a nuestros pacientes la mejor terapia posible”.
La directora general de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, por su parte señalaba que “los buenos datos de actividad registrados en 2021 a pesar de la pandemia también han sido posibles gracias a la adopción de medidas específicas acordadas por la ONT y las comunidades autónomas en colaboración con las sociedades científicas”.
Se han realizado trasplantes de donantes que han pasado la Covid
Nuevos protocolos
Como indica el ministerio, una de estas medidas ha sido “el desarrollo de protocolos para la evaluación y selección de donantes y receptores con respecto a la infección causada por SARS-CoV-2”. Unas medidas que “se han ido adaptando a la evidencia disponible y el mayor conocimiento de la COVID-19”.
Esto ha permitido el trasplante de órganos de donantes que han pasado la enfermedad, “incluso de aquellos que persisten con PCR positiva para SARS-CoV-2 en el momento de su fallecimiento, tras una valoración individualizada”. Hasta el momento, el número de pacientes que han podido trasplantarse a partir de 61 donantes que habían pasado la COVID-19 ha ascendido a 143. Por otro lado, seis donantes que seguían con PCR positiva en el momento de la donación han permitido realizar 14 trasplantes.
Durante la presentación, se insistió en “el carácter del trasplante como terapia esencial, como tratamiento de carácter urgente por cuestiones de oportunidad y la situación clínica de los pacientes que necesitan este tratamiento”. No obstante, ha sido necesario adaptar el programa a la situación epidemiológica. “En los momentos críticos, se ha priorizado el trasplante de los pacientes en urgencia cero o en situación clínica muy grave para los que el trasplante no podía esperar, así como de pacientes difíciles de trasplantar por sus características”. Destaca el trasplante de 227 pacientes en urgencia cero y 159 niños. Asimismo, se han podido trasplantar 123 pacientes renales hiperinmunizados (para los que resulta muy complicado encontrar un donante compatible), gracias al programa PATHI de la ONT.
