Decir que la música en vivo no atraviesa sus mejores momentos, tampoco es hacer un descubrimiento. Pero sí lo es analizar hasta qué punto es profunda la crisis de un sector que “es también una potente industria”, como señala José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deporte en la presentación del anuario de la Asociación de Promotores Musicales [APM] que acaba de publicarse.
El sector presenta cifras similares a las de 2004 y 2005
Según las cifras de la organización, la música en vivo facturó 138.580.764 euros por venta de entradas en 2020, un 63,78 por ciento menos que en 2019, unos números que califica de “debacle insólita para el sector del directo en España”.
Esta disminución deja al sector en unas cifras similares a los niveles de 2004 y 2005. “Por lo tanto, se trata del peor dato de los últimos quince años”, explica la APM.
Por comunidades autónomas, Cataluña encabeza la lista por facturación, con más de 28 millones de euros, por delante de Andalucía (26 millones) y Madrid (22 millones).
Nuestro compañero Borja García ha preparado una de sus infografías, para que tengas todos los datos a mano, de un vistazo.
New Day llevamos ya un año y tres meses sin tocar
Impacto profundo
“Es un momento muy malo, una situación excepcional. New Day llevamos ya un año y tres meses sin tocar”, nos cuenta Amparo Llanos, en referencia a su banda actual [por si piensas que sigue en Dover]. “A todos nos dan miedo los sitios cerrados, más si son pequeños y no tienen asientos. Ahora mismo, el virus es lo que manda y hay que aceptarlo”, añade.
Pero el impacto no afecta solo a artistas, técnicos, promotores y salas, también a la economía español en general: “Únicamente en lo que respecta a festivales, somos uno de los destinos favoritos a nivel europeo. Además, el consumo de conciertos de música actual por parte de la ciudadanía es muy notable, con una de cada tres personas acudiendo a conciertos cada año en nuestro país”, explica el ministro.
El sector de la música y la cultura ha sido un absoluto ejemplo de seguridad y responsabilidad
Motor económico
Y arrastra a otros ámbitos: “La música en vivo es un sector tractor de otros tan importantes para nuestra economía como el turismo, la hostelería o el transporte. Sin embargo, esta actividad tan importante para la Cultura está siendo una de las más castigadas por la covid-19, tanto por su dependencia del público como por las imprescindibles restricciones a la movilidad”, añade Rodríguez Uribes.
La situación podría ponerse peor. De hecho, la Federación de la Música de España (Es_Música), ha manifiestado su total oposición al plan para la prohibición de eventos culturales. “El sector de la música y la cultura ha sido un absoluto ejemplo de seguridad y responsabilidad en todas las fases de la pandemia”, afirman. Algo que ha supuesto “que no se produzcan brotes”, algo que ha sido reconocido “por los responsables de sanidad”.
Según esta institución, “la intención del Gobierno implica una generalización indiscriminada que ignora los protocolos y pruebas piloto aportadas desde el sector para garantizar el mayor equilibrio entre salud y actividad cultural”, lo que “genera una grave incertidumbre y la destrucción de la música en vivo en España”.
La experiencia de un concierto en vivo, por suerte, es insustituible
En busca de una solución
Lo que está claro es que la música en vivo necesita una solución. Hace un año, entrevistábamos en El Telescopio a Carlos Tarque, de M-Clan, sobre la situación que estaba viviendo el mundo de la música y nos decía: “La experiencia de un concierto en vivo, por suerte, es insustituible”.
Coincidía con otras artistas, por supuesto. Ana Perrote, de Hinds, nos explicaba por esas fechas: “Tocar en directo es sagrado. La conexión que tienes con el público y la desconexión con todo lo que pasa fuera de esa sala es mágica”. Y añadía en relación a los directos en redes sociales: “Por favor, que nadie se crea que esto va a sustituir a los conciertos”.
Algo que ya nos había comentado Yoly Saa solo unos días antes: “Para mí, personalmente, no hay nada como un concierto en directo, porque creo que las emociones de persona a persona siempre son mucho más intensas. Hables de música o de cualquier cosa”.
