Para lograr los objetivos de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático uno de los elementos imprescindibles es la educación. Que las nuevas generaciones conozcan el calado de la cuestión, cómo afrontarla y reducirla. No hay más tiempo y es necesario actuar ya.

Una escuela sin huella ecológica

Por este motivo, iniciativas como la de la Escuela Sustentable de Uruguay son clave para transformar la mentalidad y educar en la sostenibilidad. Se trata del primer centro educativo público del mundo cien por cien sustentable. Es decir, todo lo que se consume en el centro se produce allí mismo. Todos los residuos que se generan son reciclado. Su huella ecológica es cero. La escuela está radicada en el pequeño pueblo de Jauriguiberry, un pueblo de 400 habitantes a 80 kilómetros de la capital del país. El edificio se construyó con un 60% de materiales reciclados que van desde botella y latas a neumáticos.

Construcciones sostenibles

En las obras trabajaron 200 voluntarios de todo el mundo que tardaron siete semanas. Todo bajo la supervisión del arquitecto Michael Reynolds que ha desarrollado el sistema de construcciones sostenibles Earthship. La impulsora fue la ONG Tagma, una organización uruguaya de profesionales de la construcción. Estos especialistas buscan alternativas de edificación que supongan un intercambio justo y equilibrado con la naturaleza.

40 niños

En la construcción de la Escuela Sustentable se puso especial énfasis en aprovechar los recursos del entorno. La energía se obtiene a través de placas fotovoltaicas instaladas en el tejado. Y el agua de baños, consumo y riego se consigue a partir del filtrado y tratamiento del agua de lluvia. La escuela cuanta con un huerto habilitado para producir alimentos durante todo el año. La escuela acoge a 40 niños de edades entre los 2 y los 13 años. Chavales que aprenden desde muy pronto y en contacto constante con el entorno, la importancia de la sostenibilidad. [embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=HiUUxRuyDLg[/embedyt]