A Juanjo Amorín, CEO de Edix - el Instituto de Expertos Digitales de UNIR, la universidad de La Rioja- ya lo conocemos en El Telescopio y sabemos que cuando vas a hablar con él hay que convertirse en una especie de Marty McFly y prepararse para andar dando saltos temporales para entender el presente gracias a la experiencia del pasado y así anticipar el futuro. 

En esta ocasión, hemos charlado con él porque Edix acaba de publicar Jóvenes españoles: Coronavirus, formación y futuro, el primero de los estudios del recién creado laboratorio Edix que cada dos meses medirá distintos aspectos de la digitalización, la formación y el empleo, con el objetivo de saber “a través del dato, cómo está la sociedad española en cuanto a la empleabilidad en todo lo que tiene que ver con el tejido digital”.

Juanjo Amorín, CEO de Edix

Juanjo Amorín, CEO de Edix

La mayoría de los jóvenes, el 52,8 por ciento, se sienten frustrados en sus aspiraciones profesionales

Frustración

La principal conclusión, según explica Amorín, es que “la mayoría de los jóvenes, el 52,8 por ciento, se sienten frustrados en sus aspiraciones profesionales, sin ningún tipo de salidas profesionales con las carreras o la formación que tienen”. Solo un 41,1 por ciento de las personas encuestadas se mostraron optimistas con respecto a ese futuro.

En ambos casos, las salidas profesionales identificadas por las 800 personas de entre 18 y 39 años que respondieron a la encuesta telefónica, “tienden a ser en posiciones digitales. Por eso creen que tienen que adaptar su formación -tanto los que han hecho formación profesional, universitarias o técnicas de todo tipo- porque no les ha servido para entrar en el mercado laboral de una manera digna a los puestos que están mejor pagados, que son los cercanos a procesos de digitalización. Saben que la única salida es poner por encima de la formación que ya tienen, una más añadida que les habilite para poder trabajar en el mundo digital”.

El 79 por ciento de las personas encuestadas está buscando un puesto en el que el teletrabajo sea la dominante

Covid-19

Otro de los hallazgos del estudio es la confirmación del empuje que ha supuesto para la digitalización el confinamiento por el Covid-19. “El 79 por ciento de los encuestados está buscando un puesto en el que el teletrabajo sea la dominante. No rechazan tener una oficina o ir a una oficina, pero están buscando trabajos en fórmulas en las que se combinen varios días de teletrabajo en casa, con días en oficina. O teletrabajo total. Esto, antes del Covid, solo lo veíamos en los autónomos”, afirma Amorín.

Pero trabajar y emprender en un mundo digital supone saber hacerlo de forma diferente. “El 72 por ciento ya reconoce que si no tiene supercompetencias digitales, no va a conseguir un empleo”.

Las formaciones que tenemos en el modelo español no están adecuadas a la empleabilidad

Supercompetencias

Entre estas supercompetencias digitales se incluye saber trabajar en fórmulas agile, por proyecto, por objetivos y no solo por tiempo, hacerlo de una manera deslocalizada o en modo teletrabajo. “Que no es lo mismo que trabajar en casa”, puntualiza Amorín, es “saber utilizar herramientas de co-creación”.

Y, según él, son necesarias a todos los niveles: “Nosotros formamos digital workers [obreros digitales], es decir, a quienes están en la base de trabajadores en cualquier compañía. Lo que hemos visto en el estudio es que las formaciones que tenemos en el modelo español no están adecuadas a la empleabilidad. Los ingenieros necesitan hacer másteres o programas especializados en algún tipo de lenguaje concreto. Los que tienen una formación profesional o en su día hicieron alguna carrera, pero con altos índices de paro, tienen que formarse en algún tipo de oficio o profesión que tenga una alta demanda en el mercado laboral”. 

España ha sido toda la vida un país de emprendedores

Emprendimiento

El emprendimiento parece ser la mejor opción. Por lo menos, así lo refleja el 68 por ciento de las respuestas a la encuesta. Pero también con una visión diferente: “No es el de los 90. No se trata de montar una empresa para venderla. Ahora estamos viendo al emprendedor de toda la vida. Un abogado cuando abría un despacho era un emprendedor. Un tendero que vendía zapatillas americanas en Ourense, era un emprendedor. Ese es el tipo de emprendedor que estamos viendo ahora”

Amorín asegura que no le sorprende esta conclusión del estudio: “Esto es en realidad lo que ha sido España toda la vida: un país de emprendedores, con un tejido muy micropyme. Pues lo mismo en el ámbito digital. El profesional toda la vida ha trabajado por cuenta propia”.