Ayer te hablábamos del impacto negativo que tienen los plásticos -y en especial los uso único- en nuestra vida y en el medio ambiente. Y hoy, queremos incrementar tus opciones para reducir el consumo de este material y de otros, a través de la economía circular

Esta forma de consumir y producir busca cerrar el ciclo entre ambos procesos, para fomentar la reutilización, el reciclaje y la reducción de residuos. Al darle una segunda vida a los productos y materiales, se evita su descarte prematuro y se reduce la cantidad de residuos que llegan a los vertederos.

Hemos recopilado diez claves para convertirte en adalid de la economía circular

La economía circular, sin secretos

Si cambias algunos de tus comportamientos, puedes ayudar a preservar los recursos naturales, disminuir la demanda de materias primas y reducir la contaminación asociada con la extracción y la producción.

Por eso, hemos recopilado diez claves para que puedas, desde hoy, convertirte en adalid de esta forma de entender el uso de los productos y las materias primas.

  • Reduce, reutiliza y recicla. La regla de las "tres erres" es fundamental. Reduce el consumo de productos innecesarios, reutiliza objetos y recicla correctamente los materiales.
  • Compra productos duraderos. Opta por productos de calidad que estén diseñados para durar más tiempo. Esto reduce la cantidad de residuos generados y promueve un consumo más responsable. Y no solo eso: también puedes ahorrar dinero a largo plazo.
  • Repara en lugar de reemplazar. Antes de desechar un objeto que se haya averiado o roto, comprueba que no se pueda arreglar. Existen muchas guías y tutoriales en internet que te pueden ayudar a solucionar algunas averías o funcionamientos incorrectos. Al alargar la vida útil de los objetos, evitas el desperdicio y ahorras dinero.
  • Dona o intercambia objetos usados. Si tienes cosas en buen estado pero que ya no necesitas, puedes donarlos o intercambiarlos en lugar de desecharlos. De esta manera, les darás una segunda vida y ayudarás a otras personas. Puedes buscar organizaciones locales o grupos de intercambio en tu comunidad.
  • Compra productos de segunda mano. Hay tiendas especializadas, mercadillos y plataformas en internet donde puedes encontrar una amplia variedad de productos usados en buen estado. De esa forma, reduces la demanda de nuevos productos y contribuyes a alargar su vida útil.
  • Practica el upcycling. Consiste en transformar objetos o materiales en desuso en artículos de mayor valor. Puedes darle una nueva función a un objeto antiguo o convertirlo en algo completamente diferente. Es una excelente manera de fomentar la creatividad y reducir el desperdicio.
  • Utiliza artículos de limpieza ecológicos. También puedes fabricar tus propios productos caseros con ingredientes naturales como vinagre, bicarbonato de sodio y limón. Evitarás el uso de químicos dañinos y reducirás el impacto ambiental.
  • Ahorra energía. Apaga los electrodomésticos y las luces cuando no los estés utilizando, utiliza bombillas eficientes, aísla correctamente tu vivienda y utiliza la energía de manera consciente.
  • Cultiva tus propios alimentos. Si tienes espacio disponible, plantéate crear un pequeño huerto en casa. Así reduces la dependencia de la producción industrial y promueves un consumo más sostenible. Además, es una actividad gratificante y puedes disfrutar de alimentos frescos y saludables.
  • Informa y educa. Comparte tus conocimientos sobre la economía circular con amistades, familiares y vecindario. Explícales la importancia de adoptar prácticas sostenibles en el hogar y cómo pueden contribuir a un futuro más sostenible. La conciencia y la educación son fundamentales para promover un cambio positivo.

La economía circular impulsa la innovación y genera ahorros

Estímulo

La economía circular impulsa la innovación al fomentar la búsqueda de soluciones creativas para optimizar el uso de los recursos y cerrar los ciclos de producción. Esto estimula la aparición de nuevos modelos de negocio, tecnologías y servicios. Además, la transición hacia la economía circular genera empleo en sectores como el reciclaje, la reparación, la remanufactura y la gestión de residuos. Según la Comisión Europea, se estima que podría crear más de 700,000 empleos netos en Europa para 2030.

Pero no solo eso. La adopción de estos principios puede generar ahorros significativos para las empresas. Al reutilizar materiales, optimizar los procesos de producción y prolongar la vida útil de los productos, se reducen los costes asociados con la adquisición de nuevos recursos y la eliminación de residuos. Además, fomenta la colaboración entre organizaciones a través de modelos como la economía de la función y el intercambio de materiales, lo que puede aumentar la competitividad y generar sinergias entre los actores económicos.

Calidad de vida

Y, además de los beneficios económicos y ambientales, también puede mejorar la calidad de vida y el bienestar social. Al promover la durabilidad de los productos, se fomenta la fabricación de artículos de mayor calidad que cumplen mejor con las necesidades de los consumidores. Además, fomenta la participación ciudadana y el empoderamiento al promover prácticas como la reutilización, el compostaje y la participación en comunidades de intercambio, lo que fortalece los lazos sociales y la solidaridad.

Por otro lado, desempeña un papel crucial en la mitigación del cambio climático. Al reducir la extracción de recursos, la producción de materiales y la generación de residuos, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la adopción de principios circulares en los sectores de energía, edificación, movilidad y alimentos podría reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero en un 40% para 2050.