¿Debemos pagar más impuestos? Esa es la pregunta que surge tras la lectura del capítulo Fortaleciendo la capacidad redistributiva del sistema fiscal, del libro Desigualdad y pacto social, impulsado y publicado por El Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”. En él se analizan las condiciones que están ensanchando la brecha de desigualdad y las posibles soluciones a su principal causa: la desigualdad laboral.

Según esta investigación, “la capacidad recaudatoria del sistema fiscal español podría aumentar combinando la utilización de impuestos directos e indirectos, de forma que no se deteriore la limitada contribución de los impuestos y las cotizaciones sociales a la corrección de las desigualdades de renta entre los hogares españoles”.

La capacidad recaudatoria del sistema fiscal español podría aumentar con impuestos directos e indirectos

Pagar más impuestos

Los autores del capítulo, Julio López Laborda, de la Universidad de Zaragoza; Jorge Onrubia, de la Complutense de Madrid; y María del Carmen Rodado Ruiz, de la Rey Juan Carlos, llevan casi toda una vida profesional estudiando “el efecto redistributivo de la intervención pública, principalmente por el lado de los impuestos, pero más recientemente también por el de las prestaciones públicas”.

Sus conclusiones apuntan a que “la presión fiscal en España es menor que en otros países de la UE”. Pero, como nos explica López Laborda, “la clave es: ¿queremos prestar los mismos servicios con el mismo nivel de calidad que otros países que nos sirven habitualmente como referencia? Si la respuesta es sí, seguramente deberemos aumentar algo nuestra presión fiscal, porque no podremos equilibrar las cuentas públicas actuando solo sobre los gastos, reduciendo los innecesarios o aumentando su eficiencia. Esto hay que hacerlo, pero será insuficiente”.

La desigualdad en España está entre las más altas de Europa

Mayor desigualdad

Sobre todo, si lo que queremos es reducir la desigualdad. En este aspecto, el investigador asegura que “si comparamos a España con otros países de la UE, en términos de renta de mercado -antes de la intervención pública-, la desigualdad en nuestro país está entre las más altas. Si vemos qué ocurre después de impuestos directos y prestaciones monetarias, es decir, si observamos la desigualdad en la renta disponible de los españoles, nuestra situación también es desfavorable con respecto a los socios comunitarios”.

Pero eso no significa que no se estén haciendo bien los deberes: Según López Laborda, “lo cierto es que el esfuerzo redistributivo que se hace en España es bastante elevado. “En otras investigaciones, hemos calculado que el sector público reduce casi un 40% la desigualdad de la renta de mercado en España. No es poco. Lo que ocurre es que nuestro punto de partida es malo y, por lo tanto, después de la intervención pública lo sigue siendo”.

Intervención pública

Por eso, han analizado cómo puede ayudar la intervención pública en España a reducir las desigualdades; y la han comparado con el resto de países de la UE: “Tratamos de ir un poco más allá de lo que se hace habitualmente. Por problemas de información, estas comparaciones solo suelen tener en cuenta los impuestos directos y las prestaciones monetarias -pensiones, ayudas al estudio y a la vivienda, etc.-. Nosotros incorporamos los impuestos indirectos (y en otros trabajos, también las prestaciones en especie de sanidad y educación) para ver cómo cambia el dibujo”.

Pero no se trata simplemente de incrementar la presión fiscal sin más: “Para medir el efecto redistributivo de los impuestos o de las prestaciones públicas hay que tener en cuenta dos elementos: si son más o menos progresivos, es decir, si están más o menos focalizados en las personas que están en la parte baja o alta de la distribución de la renta; y el volumen de esos instrumentos”.

Aunque queda margen para hacerlo, porque “desde el punto de vista de la progresividad no nos diferenciamos mucho de otros países europeos. Sin embargo, la presión fiscal sí es notablemente más reducida que la media de la UE y especialmente que los países con los que nos gustaría compararnos”.

El Estado es más eficaz reduciendo la desigualdad con las prestaciones que con los impuestos

Eficacia

Pero puede que no sea la estrategia con mayor impacto: “En España, como en los demás países de la UE, el Estado es más eficaz reduciendo la desigualdad con las prestaciones que con los impuestos. Con las prestaciones se reduce un porcentaje mayor, sobre todo con las pensiones. Los impuestos en nuestro país son prácticamente proporcionales, reducen muy poco la desigualdad”.

López Laborda explica que “lo que aconseja la teoría es actuar sobre los impuestos indirectos, por ejemplo, el IVA o los impuestos medioambientales, porque son los que menos ineficiencias van a generar, los que menos van a distorsionar las decisiones que tomen los agentes económicos”.

Sin embargo, esta opción también tiene contraindicaciones: “Si incrementamos la presión fiscal aumentando el IVA, vamos a hacer que nuestro sistema fiscal sea menos redistributivo, porque el IVA es muy regresivo cuando lo medimos en relación con la renta de las personas. Por eso sugerimos no actuar solo sobre él. Si nos preocupa el efecto redistributivo de los impuestos, debemos tratar de actuar también sobre los que son progresivos. En especial, el IRPF, el Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que son los más redistributivos y, por lo tanto, podrán compensar de alguna manera la regresividad que se introduce cuando se incrementa el IVA”.

Lo que la teoría plantea, se encuentra también con un problema en la ejecución, puesto que “patrimonio y sucesiones están descentralizados, son tributos cedidos y, por lo tanto, están en buena medida al albur de las decisiones que toman las comunidades autónomas y es más complicado actuar sobre ellos si no se armonizan adecuadamente”.