En la película Imperium, protagonizada por el conocido actor Daniel Radcliffe, aparece una especie de charlatán ultraderechista que se sirve de internet y las nuevas tecnologías para lanzar su mensaje neonazi y xenófobo. 

El film está basado en hechos que ocurrieron de verdad y ahora parece que vuelve a hacerse realidad.

El papel de ese ultra lo adopta ahora un periodista, viejo conocido de las proclamas incendiarias de la derecha más conservadora estadounidense. Se trata de Alex Jones, quien a lo largo de los últimos años se ha dedicado a incitar al odio a través de su programa de radio y de publicar sus contenidos en diferentes plataformas online.

El tiroteo en una escuela, "una farsa"

Uno de los ejemplos más lamentables de su 'dilatada' carrera como opinador son los podcats que ha dedicado al tiroteo ocurrido en 2012 en la escuela de Primaria Sandy Hook, en el que murieron 26 personas (20 niños y seis adultos). Entre otras lindeces, Jones ha llegado a decir que dicho incidente es "una farsa"

Algunos podrían pensar que esto es algo así como la gota que colma el vaso de la paciencia de las compañías que dan cobertura a Jones, aunque observando su historial, el vaso se ha derramado demasiadas veces ya debido a los mensajes con los que habitualmente 'deleita' a su audiencia.

Por ello, Facebook, Apple y YouTube han anunciado que eliminan de sus contenidos los mensajes de Alex Jones por, entre otras cosas, promover el odio.

El periodista es en la actualidad director de una emisora de radio, pero la intervención de los gigantes de internet se debe a que difunde sus diatribas en poscats a través de sus plataformas online.

Las multinacionales y redes sociales, a las que se han sumado otras como Spotify o Pinterest en las últimas horas, consideran que la medida está más que justificada.

Apple, por ejemplo, en un comunicado recalca que no tolera "la incitación al odio", añadiendo que aquellos podcats que infringen las normas de "garantizar un entorno seguro" para los usuarios, se eliminan "de nuestro directorio y ya no se pueden buscar ni descargar o transmitir".

Medida justificada

Por su parte, en un escrito publicado en su cuenta oficial, Facebook señala que "tenemos estándares de la comunidad y eliminamos todo lo que los viola, incluido el discurso de odio que ataca o deshumaniza a los demás". Este es el motivo, continúa el texto, por el que "eliminamos cuatro páginas pertenecientes a Alex Jones por publicar en los últimos días repetidamente contenido que rompe los estándares de la comunidad".

Como era de esperar, el principal protagonista de la controversia se presenta como víctima, para lo que se ha servido de Twitter al más puro estilo Donald Trump.

"¡Esto es la guerra!", parafraseando la errónea traducción de lo que dijo Groucho Marx en la película sobre sus aventuras por el Oeste americano. Así es. Ahora Jones recurre a la libertad de expresión para defender sus postulados y, de paso, atacar a quienes lo vetan.

Como curiosidad que produce cierto temor hay que subrayar que este periodista, mediante la incitación al odio de sus intervenciones, ha logrado reunir a cientos de miles de seguidores en las redes sociales (solo en Twitter, 844.000) alrededor de una temática en la que se ha convertido en todo un especialista: las supuestas conspiraciones.

Por fin, las compañías de tecnología y plataformas online (no todas) toman cartas en el asunto, aunque quizás con demasiada lentitud. Al hilo de lo sucedido en EEU surge una pregunta: ¿Hay en España algún periodista que viva de lanzar proclamas y discursos ultras y que incitan al odio a traves de soportes online? O dicho de otra forma ¿Existen conspiranoicos virtuales en nuestro país?