En la actualidad, según datos de organismos internacionales, la incidencia del Alzheimer no deja de crecer. Sin ir más lejos, en el año 2010, España se encontraba en la tercera posición de países del mundo con mayor proporción en la incidencia de la demencia, hasta alcanzar al 6,3% de la población mayor de 60 años, según la OCDE. Esta cifra, dramática a todas luces para los enfermos y familias, está ratificada por el Informe Mundial del Alzheimer 2015 (World Alzheimer Report – 'The Global Impact of Dementia'-).

La investigación se ha convertido en la esperanza, de ahí que cualquier avance sobre esta enfermedad siempre es aplaudido.

Es lo que ha ocurrido con los resultados de una investigación centrada en el impacto de los grupos terapéuticos en cuidadores de personas que padecen esta enfermedad, esa parte del Alzheimer en muchas ocasiones olvidada. Los han presentado la Obra Social ”la Caixa” y la Fundación Pasqual Maragall, en colaboración con la Confederación Española de Familiares de Personas con Alzhéimer y otras Demencias (CEAFA).

Lo primero que hay que subrayar de la misma es que es pionera y a través de ella, tal y como han explicado en un comunicado, se ha logrado demostrar científicamente que “la psicoterapia grupal mejora el nivel de bienestar de los cuidadores de personas con alzhéimer”.

"Calidad de vida y resiliencia"

En este sentido, los resultado positivos “han sido significativos en cuanto a la calidad de vida, el apoyo social percibido y la resiliencia”, es decir, la capacidad del ser humano para sobreponerse a una situación difícil y estresante emocionalmente y salir reforzado.

Pero en otros aspectos también se ha observado una mejoría, como es el caso de los estados de ansiedad y depresión.

Del mismo modo, con respecto al uso de los “recursos sanitarios, los resultados acumulados a lo largo del estudio muestran que la intervención con seguimiento es económicamente más sostenible a largo plazo para el sistema sanitario”.

Investigación rigurosa

Un dato a tener en cuenta es la rigurosidad de la investigación. Bajo el liderazgo de la Obra Social “la Caixa” y la Fundación Pasqual Maragall, en la misma han tomado parte 23 grupos terapéuticos en los que, “durante un año y medio, han participado 221 cuidadores y un equipo de más de 30 especialistas en psicología y neuropsicología”. Esta participación multidisciplinar se ha desarrollado en Cataluña, Castilla y León, Canarias, la Comunidad Valenciana y Andalucía.

Una parte importante del estudio han sido las asociaciones de familiares de personas con alzhéimer, coordinadas por la CEAFA, que “se encargaron de la selección de los cuidadores participantes en la investigación y dirigieron, mediante sus equipos de psicólogos, las intervenciones psicoterapéuticas y las evaluaciones psicológicas requeridas”.

Sin duda alguna, las personas que se encargan del cuidado de los enfermos, en la mayoría de las ocasiones sus propios familiares, precisan de una fortaleza física y mental importantes, no en vano, por ejemplo en esta investigación, más del 40% de ellos dedica más de 12 horas a la atención al paciente.

Precisamente, en el marco del estudio, “los participantes han asistido, durante cuatro meses, a una sesión semanal de una hora y media de duración”, en las que han compartido “sus experiencias y han tratado temas como el desgaste emocional, la aceptación de la nueva realidad y el pensamiento positivo”.

600.000 afectados

En la actualidad, más de 600.000 personas en España padecen alzhéimer u otras formas de demencia, según datos de la Obra Social “la Caixa”. De ellas, alrededor del 80 % viven en su domicilio con un familiar, que es el cuidador principal y que dedica 15 horas diarias a atender sus necesidades. “El cuidador ve cómo van reduciéndose todos los aspectos de su vida personal, laboral y social, en un contexto de desorientación y falta de recursos y de información, en el que debe renunciar frecuentemente a su propio cuidado”, han indicado los responsables del estudio.

Ese dato es demoledor puesto que incide en su vida y en la propia calidad de la atención a las personas que padecen alzhéimer que viene determinada por la persona que dedicará su tiempo a su cuidado, de modo que el bienestar del enfermo depende, en gran parte, de la salud y el bienestar de su cuidador.

A través de los resultados de este estudio pionero pueden fijarse una pautas que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y su entorno, y ello a través de la optimización de la labor de quienes se dedican al cuidado de los enfermos.