Que el arte cambia vidas es algo que ya sabemos. Sin embargo, no es menos cierto que cuando hablamos de arte no pensamos en, por ejemplo, los videojuegos, los cuales, por cierto, se pueden considerar como el décimo arte. Pero es que aunque no fuera considerado un arte, lo cierto es que está compuesto por muchas disciplinas artísticas como la narración, composición de la imagen, del sonido y la música, etc.

Y seguramente te estarás preguntando: ¿en qué puede cambiarnos la vida un videojuego? Pues, según una investigación conjunta de la Universitat de València (UV) y la Universitat Jaume I (UJI), los videojuegos, el arte y la cocreación pueden mejorar la forma en la que se comunica el cambio climático. Según dicho estudio, estas herramientas también sirven para frenar la desinformación y promover una ciudadanía más activa frente a este reto global.

Videojuegos creados para luchar contra el cambio climático

18 videojuegos creados para luchar contra el cambio climático

Los resultados de esta investigación se han publicado en la Revista Mediterránea de Comunicación y el trabajo ha sido desarrollado por Maria Josep Picó Garcés, profesora de Periodismo en la UV, y Emilio Sáez Soro, profesor de Comunicación Audiovisual en la UJI. Estos docentes han realizado dicha investigación en el Living Lab Planeta Debug, que surge con el apoyo y la financiación de la Fundación Carasso y la Universitat Jaume I, y cuyo objetivo abordar el desafío del calentamiento global y la sostenibilidad a través de los videojuegos y la gamificación.

El estudio buscaba analizar de qué manera los videojuegos pueden transmitir conceptos científicos complejos de manera comprensible y atractiva. Las narrativas cocreadas, todas ellas, inspiradas en líneas de investigación real sobre sostenibilidad, utilizan metáforas lúdicas para explorar escenarios futuros de crisis climática y posibles soluciones. Y para ello, El estudio se centró en una experiencia de investigación acción llamada Good Game, durante dos cursos académicos (2019-20 y 2020-21) 120 estudiantes  del Grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos y 18 grupos de investigación de la Universitat Jaume I (UJI) crearon 18 videojuegos "serios" relacionados con el cambio climático.

Lo videojuegosuna gran herramienta para luchar contra el cambio climático

Lo videojuegos: una gran herramienta para luchar contra el cambio climático

Maria Josep Picó destaca el potencial de estos juegos para comunicar ciencia de forma sencilla: “Los videojuegos tienen un elevado potencial como herramienta de alfabetización mediática e impulso a la participación ciudadana en sostenibilidad”. Añade que la gamificación permite conectar con el público joven y puede actuar como motor de cambio social en un contexto de transición digital y ecológica.

Según explica, la cocreación de los juegos Good Game ha permitido abordar múltiples aspectos del cambio climático desde una visión interdisciplinar, combinando conocimiento científico, arte y nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.

Por su parte, Emilio Sáez señala que las llamadas “narrativas ludificadas” sirven para transformar ideas científicas complejas en experiencias cercanas y comprensibles. “Un 55 % de las narrativas de los serious games abordó el futuro climático desde una visión pesimista, aunque predominó el enfoque propositivo y constructivo”, apunta.

Valores que transmiten los juegos

Valores que transmiten los juegos

En las tramas de los videojuegos destacan conceptos positivos vinculados al cambio climático, como la recuperación, la eficiencia energética, la curación del entorno o el uso de robots. También aparecen temas como la reparación, el reciclaje, la defensa del ecosistema o el equilibrio ambiental. No se evita la violencia, pero se equilibra con una narrativa orientada a la resolución y al cuidado.

Por ejemplo, uno de ellos, titulado Blooming Violent, un árbol que cobra vida animal para vengarse de los que destruyeron el bosque y la tribu. El reto que propone este enfrentarse a Trinity, que simboliza los sistemas humanos destructivos y para ello el objetivo es acabar con la Tech Corp y liberar a los consumidores con las siguientes mecánicas: ataques con raíces, hidratación para curarse, destrucción del entorno y uso de recursos naturales. Sus creadores aseguran que su tono es pesimista aunque su final esperanzador; es decir, es una "crítica a la ignorancia y destrucción, pero con opción de redención". En definitiva, las historias creadas en los juegos muestran tanto escenarios negativos como propuestas de solución.

En definitiva, según Picó, estos juegos “ofrecen la atracción del juego y la participación personal para abordar este desafío planetario”, en contraste con la recepción pasiva de los medios tradicionales. Añade que este tipo de experiencias digitales fomentan una ciudadanía más activa y crítica, también frente a los bulos o fake news relacionados con el clima.

Un modelo exportable para comunicar ciencia

La experiencia del laboratorio Planeta Debug demuestra que es posible transmitir conocimiento científico mediante herramientas interactivas y formatos culturales atractivos. Su metodología aporta, además, una experiencia exitosa para la ludificación de la transferencia de conocimiento, especialmente en la promoción del conocimiento sobre el desafío climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Igualmente contribuye a alinear a la comunidad investigadora con la nueva perspectiva de la Investigación e Innovación Responsable (RRI).